En un duro golpe para las fuerzas de ocupación israelíes, el 13.° Batallón de la Brigada Golani se retiró de la volátil Franja de Gaza luego de una devastadora derrota a manos de los combatientes de la Resistencia palestina. Después de sufrir importantes bajas durante una emboscada bien ejecutada en el barrio de Al-Shuyaiya, el maltrecho batallón se ha visto obligado a reagruparse y reevaluar su estrategia.
El 12 de diciembre, combatientes de la Resistencia lanzaron un ataque sorpresa contra las tropas de Golani, que provocó la muerte de siete soldados, incluidos dos oficiales de alto rango. Entre los caídos se encontraban el teniente coronel Tomer Grinberg, el comandante del 13.º Batallón, y el coronel Izhak Ben Basat, el líder del equipo de mando avanzado del jefe de la Brigada Golani. También cayó en la emboscada el mayor Roei Meldasi, un comandante de compañía.
El barrio de Al-Shuyaiya había demostrado ser un desafío formidable para la Brigada Golani, que ya había sufrido grandes pérdidas durante la guerra de 2014 en Gaza. A pesar de su determinación de lograr la victoria, la Brigada no cumplió con las expectativas de su mando, ya que los combatientes de la Resistencia Palestina lograron interrumpir su cadena de mando al eliminar a figuras clave.
En una medida notable, las fuerzas de ocupación israelíes han decidido dar a las exhaustas tropas un descanso muy necesario. Por primera vez desde la invasión de Gaza, a los soldados del 13.º Batallón se les concederá un período de descanso de 48 horas fuera de Gaza, una zona cercana a la zona de conflicto. Sin embargo, se espera que sean redesplegados rápidamente de regreso a Gaza para reanudar sus operaciones.
La retirada del 13.º Batallón pone de relieve los desafíos que enfrentan las fuerzas de ocupación israelíes en Gaza. La derrota arroja dudas sobre la eficacia de sus estrategias y la capacidad de la Brigada Golani para vencer a los resistentes combatientes de la Resistencia Palestina.
Source: Diversas