El estudiante palestino Mahmoud Khalil, de 30 años, confirmó que “no se arrepiente de haberse pronunciado contra el genocidio en Gaza”, enfatizando que los intentos por silenciarlo fracasaron y que lo que vivió “le brindó una plataforma más amplia para seguir defendiendo derechos, rechazando la guerra y exigiendo el fin de la violencia”.
“No elegí estar en esta situación. Me la impuso el ICE”, añadió Khalil en su primera declaración tras ser puesto en libertad bajo fianza. Señaló que lo sucedido “tuvo un profundo impacto en su vida y aún intenta asimilar su nueva realidad”.
Khalil denunció que el gobierno estadounidense utiliza la acusación de “antisemitismo” para justificar sus acciones contra las universidades, afirmando que “los estudiantes judíos son parte integral del movimiento de protesta estudiantil”. Argumentó que, con estas acusaciones, Washington busca “remodelar la educación superior estadounidense”, a la luz de las acusaciones de Trump de que ideologías “antiamericanas, marxistas y de izquierda radical” controlan las universidades.
Hizo esta declaración en una entrevista en su apartamento de Manhattan, menos de dos semanas después de que un tribunal ordenara su libertad bajo fianza en espera de un proceso de deportación contra la revocación de su residencia permanente legal en EEUU.
Khalil fue un destacado activista del movimiento estudiantil que apoyaba la causa palestina en los campus estadounidenses. Su arresto se produjo como parte de una campaña más amplia lanzada por el gobierno del presidente estadounidense Donald Trump contra las universidades, en particular aquellas que presenciaron protestas estudiantiles generalizadas en apoyo a Palestina.
En marzo pasado, las autoridades federales de inmigración allanaron la residencia de Khalil en la Universidad de Columbia, en la ciudad de Nueva York, y lo trasladaron a un centro de detención de inmigrantes en la zona rural de Luisiana, donde permaneció detenido durante más de tres meses. Esto coincidió con la intensificación de las acciones del gobierno contra otros estudiantes internacionales involucrados en movimientos propalestinos y la cancelación de miles de millones de dólares en becas de investigación asignadas a la Universidad de Columbia, la Universidad de Harvard y otras instituciones.
A su regreso a Nueva York tras su liberación, fue recibido en el aeropuerto por simpatizantes que ondeaban banderas palestinas, junto con la representante estadounidense Alexandria Ocasio-Cortez. Conoció entonces a su hijo pequeño, a cuyo nacimiento no pudo asistir debido a su detención.
Source: Al Mayadeen