Los canales de comunicación entre el gobierno de Netanyahu y la administración Biden son significativamente problemáticos, ya que los ministros del gabinete israelí todavía tienen prohibido reunirse con sus homólogos estadounidenses en Washington. La visita del ministro de Defensa de Israel, Yoav Gallant, a Nueva York esta semana lo reflejó ampliamente.
Bajo estrictas órdenes de Netanyahu, Gallant no se acercó a Washington ni al Pentágono durante su visita. Tampoco se reunió con el secretario de Defensa, Lloyd Austin, el asesor de seguridad nacional, Jake Sullivan, ni con ninguno de los funcionarios estadounidenses que gestionan la alianza estratégica entre ambos países.
Normalmente, una prohibición impuesta por un líder israelí a una visita de alto nivel a EEUU habría generado titulares de sorpresa en “Israel”, pero estos son tiempos inusuales en “Israel” bajo el gobierno más extremista de su historia. El viaje de Gallant a EEUU, que incluyó una reunión con el secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, una recaudación de fondos y una visita personal a su hijo que vive en EEUU, no provocó ninguna sorpresa.
La administración Biden envió, de todos modos, a la subsecretaria estadounidense para Asuntos del Cercano Oriente, Barbara Leaf, y al coordinador para Oriente Medio del Consejo de Seguridad Nacional, Brett McGurk, a reunirse con Gallant en Nueva York.
Source: Agencias