Los legisladores rusos votaron para retirarse formalmente del Tratado sobre Fuerzas Armadas Convencionales en Europa (CFE), que tiene como objetivo limitar categorías clave de equipos militares convencionales en el continente.
El tratado fue firmado en 1990 por los países de la OTAN y el Pacto de Varsovia liderados por EEUU, que comprenden a la Unión Soviética y sus aliados en Europa, con el objetivo declarado de poner límites a la cantidad de tanques, vehículos blindados, artillería, helicópteros y aviones estacionados en Europa.
Los signatarios tenían la intención de evitar que los bandos acumularan fuerzas para una ofensiva tipo blitzkrieg y establecer un equilibrio militar.
Sin embargo, en 2007, Rusia suspendió su participación en el tratado y, en marzo de 2015, citando las repetidas violaciones del acuerdo por parte de la OTAN y su negativa a ratificar una versión actualizada del tratado, anunció formalmente que detenía “completamente” su participación en el mismo.
A pesar de suspender su participación en el CFE, Rusia siguió participando en el grupo consultivo relacionado con el tratado, que se considera un pilar de la seguridad en la Europa de la posguerra fría.
El martes, la Duma estatal, la cámara baja del parlamento ruso, aprobó un proyecto de ley, cuyo borrador fue presentado por el presidente ruso, Vladimir Putin, la semana pasada para la denuncia del CFE.
“La retirada definitiva (de Rusia) del Tratado CFE y su denuncia corresponden plenamente al interés nacional de garantizar la seguridad de Rusia”, dijo Leonid Slutsky, presidente del Comité de Asuntos Internacionales de la Duma Estatal y líder del Partido Liberal Democrático de Rusia (PLDR).
El viceministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Serguei Riabkov, enfatizó el lunes que el tratado “hace mucho tiempo que dejó de corresponder a la realidad” y que “realmente no funcionó durante muchos años”.
Source: Agencias (traducido por el sitio de Al Manar en español)