Dos décadas después de que EEUU y el Reino Unido invadieran Iraq, la mayoría de los estadounidenses se han dado cuenta de que la guerra, que dejó cerca de un millón de muertos y arruinó el país árabe, fue un error, según una encuesta.
La encuesta Axios/Ipsos publicada esta semana mostró que mientras dos tercios de los estadounidenses aprobaron la acción militar en 2003, el 61 por ciento ahora cree que fue una decisión equivocada.
El 20 de marzo de 2003, EEUU y Gran Bretaña invadieron Iraq en flagrante violación del derecho internacional y con el pretexto de encontrar armas de destrucción masiva; pero tales armas nunca fueron descubiertas en Iraq.
Más de un millón de iraquíes murieron como resultado de la invasión liderada por EEUU y la posterior ocupación del país, según la organización de investigación Project Censored, con sede en California.
La guerra de EEUU en Iraq le costó a los contribuyentes estadounidenses 1,7 billones de dólares con 490.000 millones adicionales en beneficios adeudados a los veteranos de guerra, gastos que podrían aumentar a más de 6 billones en las próximas cuatro décadas con intereses, según un estudio llamado Costs of War Project del Instituto Watson de Estudios Internacionales de la Universidad de Brown.
Cuando comenzó la invasión terrestre estadounidense de Iraq hace veinte años, solo el 26 por ciento de los estadounidenses, en una encuesta de Pew, se oponía a la guerra.
El 83 por ciento de los republicanos apoyó la invasión frente al 52 por ciento de los demócratas.
Dos décadas después, el 58 por ciento de los republicanos aún insisten en que EEUU hizo bien en invadir Iraq. Solo el 26 por ciento de los demócratas todavía piensan que fue una buena idea.
El 67 por ciento de los estadounidenses no cree que la guerra en Iraq haya hecho que EEUU sea más seguro, según la encuesta de Ipsos, que se realizó la semana pasada entre 1.018 estadounidenses mayores de 18 años.
“Para poner fin a la guerra, enjuiciar a los funcionarios de EEUU y el Reino Unido que la libraron ilegalmente”
El mundo finalmente debe poner fin a la impunidad de los criminales de guerra responsabilizando a los funcionarios estadounidenses y británicos por lanzar la guerra ilegal contra Iraq, realizada sin la aprobación del Consejo de Seguridad de la ONU, y enjuiciarlos bajo los principios de Nuremberg, dijo el periodista estadounidense Don DeBar a Press TV, añadiendo que la guerra de Iraq fue ilegal desde el principio.
“Es ilegal que una nación haga la guerra a otra si no hay una agresión o no cuenta con la aprobación del Consejo de Seguridad de la ONU, si alguna de esas naciones es signataria de la Carta de la ONU. Y ha esto fue aprobado por EEUU, un miembro fundador de la ONU, y por el Senado estadounidense en la década de 1940. En consecuencia, la participación de EEUU y del Reino Unido en Iraq fue ilegal desde el principio”, dijo.
“Y bajo los estándares de Nuremberg, todas y cada una de las muertes resultantes, intencionales o no, de la acción militar de EEUU o el Reino Unido allí es un crimen de guerra individual. Y, por cierto, hay pena de muerte para eso”, señaló el periodista.
“Nadie procesará a esta gente. Hasta que el mundo ponga fin a esa impunidad, hasta que el mundo vea que la mayor contradicción en todas las relaciones internacionales es el imperialismo de EEUU, el Reino Unido y la UE, entonces esto continuará hasta que esto devore a nuestra especie”, afirmó.
Un memorando de la Casa Blanca ha revelado detalles del llamado “acuerdo con sangre” fraguado por el ex primer ministro británico Tony Blair y el presidente estadounidense George W. Bush sobre la guerra de Iraq.
El documento, titulado “Memorándum secreto para el presidente”, fue enviado por el entonces secretario de Estado de los Estados Unidos, Colin Powell, al presidente Bush el 28 de marzo de 2002, una semana antes de la cumbre de Bush con Blair en su rancho de Crawford en Texas.
El sensacional memorándum reveló que Blair había accedido a apoyar la guerra un año antes de que comenzara la invasión, mientras públicamente el primer ministro británico trabajaba para encontrar una solución diplomática a la crisis.
El documento también reveló que Blair accedió a actuar como asesor de Bush y convencer a un público escéptico de que el dictador iraquí Saddam Hussein tenía Armas de Destrucción Masiva, que en realidad no existían.
Source: Press TV