Se espera que la histórica visita de tres días del presidente Ibrahim Raisi a China, la primera visita de estado de un presidente iraní en 20 años, impulse las relaciones bilaterales entre los dos aliados.
La visita se produce en medio de rápidos cambios geopolíticos tras la guerra en Ucrania y el fin del orden mundial unipolar con el declive de la maquinaria militar-industrial estadounidense.
Las relaciones entre Irán y China se remontan a la década de 1970, cuando los dos países establecieron formalmente relaciones diplomáticas. A lo largo de los años, Teherán y Pekín han ampliado su cooperación en diferentes campos. Actualmente, China es el mayor socio comercial, comprador de petróleo e inversor extranjero de Irán.
Según datos oficiales, citados por la agencia de noticias IRNA, China se mantuvo como el mayor socio comercial de Irán en 2022, con una cifra de 25.300 millones de dólares de intercambios comerciales en 10 meses, superando a otros países vecinos como Emiratos Árabes Unidos, Turquía e Iraq.
Desde marzo del año pasado, Irán ha importado bienes de China por valor de 12.700 millones de dólares y sus exportaciones a Pekín ascendieron a 12.800 millones de dólares, lo que representa un aumento del 10 y el 33 por ciento, respectivamente, en comparación con el mismo período del año anterior.
Desde que el gobierno de Raisi asumió el poder en 2021, ha renovado la política exterior del país con un enfoque en los países del Este, en línea con lo que los funcionarios describen como la “política de mirar al Este”.
Esta política está diseñada para construir alianzas con países no occidentales, aquellos que tienen intereses comunes con la República Islámica de Irán, incluidos China y Rusia.
Lo que estos países tienen principalmente en común es su política de resistencia inquebrantable a las potencias hegemónicas occidentales y sus exitosos intentos de neutralizar el impacto de las sanciones estadounidenses.
Irán ha firmado un acuerdo de cooperación estratégica integral a largo plazo con China y está listo para firmar también otro con Rusia, lo que es un buen augurio para el país, que se prepara también para cosechar los beneficios de la membresía en la Organización de Cooperación de Shanghai (OCS). La membresía de Irán en la organización política, económica, de seguridad y defensa de Eurasia ha facilitado una cooperación diversificada en diferentes campos con sus países miembros, incluida China.
La OCS, compuesta por China, India, Pakistán, Rusia y antiguas naciones soviéticas de Asia Central como Kazajistán, Kirguistán, Tayikistán y Uzbekistán, se estableció en 2001 para contrarrestar la intrusión de EEUU y otros países occidentales en el espacio del centro y este de Asia. Los países miembros de la OCS representan más del 40 % de la población mundial y aportan alrededor del 30 % del Producto Interior Bruto (PIB) mundial.
La estrecha asociación de Irán con los estados miembros de la OCS, especialmente el gigante económico China, deberá terminar con el monopolio occidental y allanar el camino para un nuevo orden mundial, dicen los expertos.
Antes de su visita del lunes a China, el presidente Raisi dijo que unirse a la OCS ha establecido la conexión de Irán con la infraestructura regional y le ha proporcionado una buena base para consolidar sus relaciones con los países asiáticos, entre otros China.
“Tenemos buenos contactos globales e internacionales y tenemos posiciones comunes con China sobre la lucha contra el unilateralismo y el mantenimiento de nuestra independencia política”, dijo.
Irán, que posee las segundas mayores reservas de gas del mundo, también ha solicitado unirse al grupo BRICS, que incluye a Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, principalmente para explotar el poderoso mercado emergente como alternativa a Occidente.
Al igual que la OCS, los estados miembros de BRICS representan más del 40 % de la población mundial y alrededor del 26 % de la economía global, lo que indica un gran potencial.
Irán y China firmaron el histórico Acuerdo de Asociación Estratégica en marzo de 2021, que básicamente tiene como objetivo mejorar la cooperación entre los dos países en los campos económico, político, cultural, de seguridad y de defensa durante los próximos 25 años.
El acuerdo de 400.000 millones de dólares se anunció durante una visita del presidente chino, Xi Jinping, a Teherán en 2016.
El portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Irán, Nasser Kanaani, dijo el lunes en una conferencia de prensa semanal que la visita del presidente Raisi a China allanará el camino para la implementación de planes y proyectos bajo el acuerdo de 25 años.
El acuerdo también fomentará la participación de Irán en la Iniciativa de la Franja y la Ruta de China, un proyecto de infraestructura masivo que se extiende desde el Este de Asia hasta Europa.
Desde una perspectiva geopolítica, la economía en rápida expansión y los indicadores de crecimiento de China fortalecen su posición global y desafían directamente la hegemonía económica de EEUU.
El malestar de Washington causado por la visita de Raisi a China también debe ser visto en este contexto.
La asociación entre China e Irán se considera una propuesta de ganancia mutua para Teherán y Pekín. El acercamiento no solo pondrá fin a la injerencia estadounidense en la región, sino que también puede neutralizar la política de máxima presión de Washington contra los dos países.
China parece decidida a desafiar la presión estadounidense y ampliar la cooperación con Irán. Durante su visita a Irán en marzo de 2021, el entonces ministro de Relaciones Exteriores de China, Wang Yi, afirmó: “Independientemente de los cambios globales, el compromiso de China de desarrollar sus relaciones con Irán no cambiará.”
“No importa en el pasado, presente o futuro, China se opone firmemente a las sanciones unilaterales e irrazonables impuestas a Irán por otros países, ya que violan las normas internacionales. Las sanciones basadas en mentiras y la información falsa se consideran un insulto a la conciencia humana”, dijo Wang en ese momento.
Luego de su reunión con el presidente Raisi el martes, el presidente Xi reafirmó la determinación de Pekín de expandir los lazos con su aliado tradicional frente a la presión occidental. “No importa cómo se desarrolle la situación internacional y regional, China defenderá inquebrantablemente su amistad y cooperación con Irán e impulsará la asociación estratégica integral entre China e Irán”, dijo a su homólogo iraní.
El presidente chino también reafirmó la disposición de su país para profundizar la cooperación con Irán en el comercio, la agricultura, la industria y la infraestructura, así como para importar más productos agrícolas iraníes de alta calidad, según un informe de Reuters.
El lunes, antes de su viaje, el presidente Raisi dijo en un artículo de opinión en el periódico estatal China People´s Daily que los dos países creen que el unilateralismo y las acciones violentas, incluidas las sanciones injustas, han sido la principal causa de las crisis y la inseguridad en la región y el mundo.
El martes, después de la ceremonia de recepción del presidente de Irán, las dos partes firmaron al menos 20 documentos de cooperación. Otros acuerdos se firmarán en los próximos día
Source: Press TV (traducido por el sitio de Al Manar en español)