Una explosión de gran alcance afectó a un autobús en el centro de Kabul durante la hora punta del lunes, dijeron las autoridades, enviando una columna de humo hacia el cielo justo días después de un mortal ataque insurgente en el mayor hospital militar de Afganistán.
Al menos una mujer murió y otras ocho resultaron heridas, dijo el Ministerio del Interior citando información preliminar.
“Ha habido una explosión contra un minibús en Kabul”, dijo el portavoz de la policía de Kabul, Basir Mujahid, a AFP, añadiendo que se temían más bajas. “La policía está investigando la naturaleza de la explosión”.
Terroristas disfrazados de doctores asaltaron el miércoles el hospital militar más grande de Afganistán, matando a más de 100 personas en un ataque de seis horas, informaron a la AFP varias personalidades y fuentes de seguridad.
Entre los atacantes hubo dos internos, ya situados dentro de la instalación, dijeron las fuentes.
La carnicería dentro del hospital fuertemente vigilado apunta a un espectacular fracaso de inteligencia y pone de relieve cómo los insurgentes han logrado infiltrarse en las principales instituciones gubernamentales y militares en Afganistán.
El salvajismo del asalto quedó de manifiesto por la forma en que los agresores apuñalaron a los pacientes acostados, arrojaron granadas en salas llenas de gente y dispararon a las personas a corta distancia.
El grupo EI afirmó que estaba detrás del ataque a través de su agencia de propaganda Amaq horas después de que los talibanes se negaran la responsabilidad.
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