El portavoz del Ministerio de Defensa de China, Tan Kefe, dijo el viernes que el ejército chino “se está preparando para un estado de guerra y se opone firmemente a cualquier forma de actividad separatista para lograr la independencia de Taiwán, así como a la injerencia de fuerzas extranjeras”.
Keefe agregó que China considera “a Taiwán una parte de China, y su problema es un asunto interno de la República Popular China”, enfatizando que su país “no tolera ninguna interferencia externa”.
“Actualmente, EEUU está constantemente tratando de debilitar la idea de una China”, señaló, añadiendo que “el Ejército Popular de Liberación de China continúa entrenando tropas y preparándose para la guerra”.
Anteriormente, el presidente chino, Xi Jinping, pidió al Ejército Popular de Liberación de China que “se concentre en prepararse para un combate real”.
En un discurso ante el Congreso del Partido Comunista el mes pasado, señaló que Pekín “ha logrado tomar el control total de Hong Kong y hará lo mismo en Taiwán”.
Hace dos semanas, el ministro de Defensa chino, Wei Fengyi, anunció que las fuerzas de su país deberían “mejorar sus capacidades de combate, permanecer listas para la guerra y defender resueltamente la soberanía, la seguridad y los intereses del país”, destacando la necesidad de “mantener un alto grado de vigilancia y preparación permanente para la guerra, y defender resueltamente los intereses de la soberanía, la seguridad y el desarrollo nacionales”.
Un portavoz del XX Congreso del gobernante Partido Comunista Chino, Sun Yili, había subrayado que “China no descarta el uso de la fuerza para resolver el problema de Taiwán”, precisando que “esto solo se producirá en caso de secesión de la isla o interferencia extranjera en la misma.”
Previamente, el secretario de Defensa estadounidense, Lloyd Austin, se comprometió a ayudar a Taiwán a “desarrollar su capacidad para defenderse de una posible invasión china”, según sus palabras, subrayando “que no veía ninguna amenaza inminente”.
Las tensiones entre China y Taiwán se intensificaron después de que la presidenta de la Cámara de Representantes de EEUU, Nancy Pelosi, visitara la isla el 3 de agosto.
La región del Estrecho de Taiwán está presenciando una importante escalada en los últimos tiempos, que ha tomado una forma militar, además de las posiciones políticas, tras la visita de Pelosi, que Pekín consideró como una “violación de los tratados entre China y EEUU”, especialmente el principio de “una sola China”.
Source: Agencias