“Nosotros, en el liderazgo de Hezbolá, sacrificamos a nuestros hijos. Nos sentimos orgullosos cuando nuestros hijos van al frente. Mantenemos la frente en alto cuando caen como mártires”, dijo el secretario general de Hezbolá, Sayyed Hasan Nasralá, el 13 de septiembre de 1997, un día después del martirio de su hijo Hadi.
El 12 de septiembre de 1997, combatientes de Hezbolá tendieron una emboscada a una fuerza israelí en el área de Yabal Al-Rafi’a, en el sur de Líbano, matando a cuatro soldados de ocupación israelíes. Sin embargo, los combatientes se enfrentaron a la muerte en un enfrentamiento con las tropas de ocupación cuando regresaban de la misión, y tres de ellos fueron martirizados.
Uno de los tres combatientes era Hadi, el hijo mayor de Sayyed Nasralá.
“Esa noche me informaron que tres de nuestros combatientes desaparecieron. El hermano que estaba hablando conmigo por teléfono no me dijo que Hadi era uno de los tres, aunque lo sentí debido a sus llamadas repetitivas para actualizarme sobre el tema”, dijo Sayyed Nasralá en una entrevista de 2018 con Al-Manar, narrando cómo supo del martirio de su hijo.
El martirio de los tres combatientes fue confirmado al día siguiente por la sala de operaciones de la resistencia que supervisaba su misión. Sayyed Nasralá fue informado de que su hijo estaba entre los mártires.
Sayyed Nasralá, el Líder Firme
A pesar de las tristes noticias, Sayyed Nasralá participó en una ceremonia planificada de antemano ese día (13 de septiembre de 1997) y pronunció un discurso en el que anunció con orgullo el martirio de su hijo.
“Doy gracias a Al-lah, que nos concedió misericordia al mirar a mi familia y elegir un mártir en ella”, dijo Sayyed Nasralá en la ceremonia.
“Como todos los muyahidines (combatientes) de la resistencia, Hadi eligió este camino y era plenamente consciente de ello… El enemigo israelí puede pensar que se ha asegurado un logro al matar al hijo del secretario general de Hezbolá. El enemigo israelí no mató a Hadi en Haret Hreik. Hadi estaba en primera línea en el sur del Líbano. Llevaba una misión yihadista contra la ocupación israelí”.
Los cuerpos de Hadi y los otros dos mártires, Ali Kauzarani y Haizam Mugniyeh, fueron capturados por la ocupación israelí. Un vídeo publicado por los medios israelíes mostró los cuerpos, que fueron recuperados más tarde, en junio de 1998, como parte de un acuerdo entre la resistencia y la ocupación israelí que vio el intercambio de 60 prisioneros libaneses y los cuerpos de 40 mártires de Hezbolá por los cuerpos de soldados israelíes muertos en el sur del Líbano en 1997.
El martirio de Hadi Nasralá resultó en oleadas de emoción y respeto hacia el secretario general de Hezbolá. En el Líbano, nadie vio nunca que un hijo de uno de los líderes de los grupos políticos que tomaron parte en la guerra civil hubiera muerto en el conflicto.
Sayyed Nasralá, el Padre Amoroso
Junto a este orgullo y firmeza, Sayyed Nasralá ha mostrado abiertamente la fase emocional que hay detrás del martirio de su hijo.
“Sí, seguro que lloré. Al final, soy un padre, soy un ser humano”, respondió Sayyed Nasralá a una pregunta del presentador libanés Zaven Kuyumyian durante una entrevista pocos meses después del martirio de Hadi.
En un poema conmovedor, Sayyed Nasralá llamó a Hadi el “Pájaro Migratorio de Septiembre” durante ese año.
“Soy tu huérfano, ¡Oh hijo mío!…
Mi lágrima me ha ahogado durante mi soledad nocturna…
Te extrañaré… Cada vez que un pájaro migra en septiembre”, se lee en extractos del poema de Sayyed Nasralá.
Source: Sitio de Al Manar en Inglés