Un documento secreto sobre las verdaderas intenciones de Washington en Iraq fue filtrado el jueves 20 de enero por el diario libanés Al Akhbar.
En una reunión con embajadores y diplomáticos árabes y extranjeros acreditados en Bagdad, en septiembre de 2021, el comandante adjunto de las fuerzas de la Coalición Internacional en Iraq, el general Richard Bell, declaró que EEUU no busca retirarse de Iraq.
Según este documento, Bell explica que “el comunicado emitido tras la reunión entre el presidente estadounidense, Joe Biden, y el primer ministro iraquí, Mustafa al Kadhimi, sobre la retirada estadounidense de Iraq fue redactado meticulosamente”.
Y agregó: “La misión de las fuerzas de la coalición se ha reestructurado, desde hace aproximadamente un año, y el mayor desafío que enfrentan hoy es cómo legitimar su presencia a través del gobierno en Bagdad y las instituciones constitucionales. Pero el problema es que estos partidos no son los más fuertes en Iraq en este momento”.
Bell pronosticó que “una retirada total conduciría a resultados desastrosos, pero descartó que el Daesh pueda volver a dominar Iraq, como los talibanes en Afganistán” mientras expresó su temor al control de Iraq por parte de las llamadas “milicias”, en alusión a las facciones de la resistencia aliadas con Teherán.
Este documento confirma varios hechos, el más importante de los cuales es que la retirada estadounidense será formal y no real. Peor aún, hay ciertos partidos en Iraq que están trabajando junto a EEUU para engañar a la opinión pública al emitir una declaración que sugiere una falsa retirada.
Una declaración del Pentágono sobre las conversaciones entre Iraq y EEUU señaló que “ambas partes han enfatizado la necesidad de que las fuerzas estadounidenses puedan apoyar de manera segura a las fuerzas iraquíes”, lo que abre la puerta a interpretaciones sobre cómo garantizar la seguridad de estas fuerzas, especialmente porque los estadounidenses no dejan la seguridad de sus soldados en manos de terceros.
Aparte del quórum político que tenga el nuevo gobierno, hay un quórum político paralelo totalmente opuesto a la ocupación.
En consecuencia, la resistencia, que había jurado atacar a las fuerzas estadounidenses si no se retiraban, no esperó mucho. Desde el comienzo del nuevo año, múltiples operaciones han comenzado a apuntar a los norteamericanos en sus bases militares.
Los ejemplos incluyen ataques con drones contra la base de EEUU cerca del aeropuerto de Bagdad, la embajada de EEUU en la zona verde, así como las bases de Ain al Assad y Balad. Todo ello unido a los continuos ataques contra convoyes logísticos de las fuerzas estadounidenses.
Source: Al Akhbar