Según el líder de un partido libanés laico y anticonfesional, EEUU alentó la corrupción en Líbano para provocar su quiebra, y hoy impide sacar conclusiones en la investigación sobre la explosión en el puerto de Beirut.
En una entrevista con el canal de noticias libanés Al Mayadin, el líder del Movimiento Popular (MP), Nayah Wakim, acusó a EEUU de intervenir para evitar que se concluya la investigación sobre la explosión en el puerto de Beirut.
Como uno de los que defienden la tesis según la cual esta explosión fue provocada con premeditación y no accidentalmente por negligencia, el líder de este partido político libanés declaró que “la decisión de bombardear el puerto de Beirut fue estadounidense y podría haber sido ejecutada por “Israel”.
“¿Quién tiene el mayor interés en interrumpir el tránsito, una de las funciones más importantes del Líbano?”, se preguntó.
El 4 de agosto de 2020, una gran explosión, equivalente a una décima parte de la carga de un arma atómica según algunas estimaciones, destrozó el puerto de Beirut y devastó barrios cercanos matando a más de 200 personas e hiriendo a más de 5.000.
La causa se atribuyó a un incendio, que se había desatado unos minutos antes un almacén donde se habían almacenado unas 2.700 toneladas de nitrato de amonio y otros productos inflamables desde 2013, pero las conclusiones de la investigación tardan en llegar. Esta fue llevado a cabo principalmente por equipos franceses, británicos y alemanes, además del FBI, que llegó directamente después de la explosión.
“Washington está abriendo las comunicaciones entre “Israel” y algunos países árabes e impidiendo que el Líbano abra sus comunicaciones con Siria”, acusó Wakim, quien se ha desempeñado como diputado durante más de treinta años.
Según él, “las políticas económicas que se han implementado en el Líbano desde 1992 son estadounidenses y fueron llevadas a cabo por los secuaces de Washington”.
Wakim se refiere a innumerables líderes políticos libaneses que se han plegado por completo a EEUU y han cumplido sus órdenes al pie de la letra desde el final de la guerra civil en el Líbano a principios de los años 90 del siglo pasado. El director de la Banque du Liban Riad Salamé es uno de ellos. Es gracias al apoyo inquebrantable de EEUU que permanece al frente de esta institución a pesar de que se negó a contestar el 57% de las preguntas en el procedimiento de auditoría forense presentado por la firma Alvarez & Marsal.
El Líbano está atravesando la peor crisis económica y financiera de su historia. Está marcada por un alto nivel de endeudamiento, más de 90.000 millones, causado por políticas económicas y financieras catastróficas y agravado por una corrupción desenfrenada. Con la libra libanesa perdiendo más del 90% de su valor frente al dólar, la inflación aumenta y más del 50% de la población se encuentra ahora por debajo del umbral de la pobreza.
En este sentido, Wakim ha optado por una salida a la crisis que no está bajo el control de EEUU u Occidente y sus instituciones internacionales, sino a través de una apertura hacia Oriente, Rusia y China entre otros.
“El Líbano no está en el mapa del Oriente Medio de Washington, mientras que hay un interés ruso-chino en su supervivencia … Rusia tiene interés en no fragmentar el Líbano”, subrayó, indicando que “los estadounidenses querían arrastrar al Líbano a un guerra civil el año pasado”, y “fue Rusia la que lo impidió”.
Hizo hincapié en que “el plan de Washington en Siria era derrocar al Estado. Y como falló allí, está intentando implementarlo en el Líbano”.
Los rusos y los chinos han hecho propuestas de inversión en varios sectores del Líbano. La de los rusos se ofreció el mes pasado, y la de los chinos un tiempo antes de la explosión en el puerto de Beirut.
Source: Al Mayadin