El lunes 24 de noviembre, aviones de combate sirios y rusos despegaron de la base de Hamaimim en Latakia para llevar a cabo los primeros ataques contra sitios de contrabando de petróleo sirio gestionados durante años por Turquía.
Los aliados kurdos de Washington transportaban su carga en dirección a Erbil, un petróleo saqueado por los estadounidenses en los campos petroleros de Deir Ezzor. El director del periódico Rai al Youm, Abdel Bari Atwan, señaló que esta acción es un nuevo paso en la guerra de liberación de Siria.
La crisis siria de ocho años comenzó con un mega-proyecto de oleoducto que buscaba transportar el petróleo iraní hasta el puerto mediterráneo de Tartús, como lo reveló el presidente sirio, Bashar al Assad, en su reciente entrevista con el canal ruso Russia Today. EEUU y sus aliados pensaron que podrían detenerlo con la ayuda, entre otros, de Turquía.
Aquellos que han invertido miles de millones de dólares en entrenar y equipar a terroristas para bloquear el oleoducto iraní a través del territorio sirio ahora quieren robar petróleo sirio de sus pozos ubicados al Este del Éufrates y hacerlo llegar a Turquía, de la misma manera que el grupo terrorista Daesh hizo cuando controlaba estos pozos, lo que supondría unos ingresos de hasta 30 millones de dólares al mes.
Esta semana, Siria, que ha ganado la guerra de ocho años, decidió que era hora de terminar con este robo. La Fuerza Aérea Siria bombardeó una serie de camiones cisterna y centros de refinería de petróleo en áreas controladas por las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS) después de recopilar información sobre operaciones de contrabando de petróleo a través de Yarabulus y Erbil. Desde los puertos turcos se entregaría a clientes no identificados, presumiblemente a “Israel”.
El ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Serguei Lavrov, instó el martes a los líderes políticos kurdos de Siria a cumplir su palabra e implementar el acuerdo ruso-turco sobre medidas conjuntas para resolver la situación en el noreste de Siria.
En una conferencia de prensa, Lavrov dijo que los kurdos sirios “habían perdido su entusiasmo por la cooperación” inmediatamente después de que EEUU hubiera traído a las tropas de regreso al norte del país, y habían comenzado de nuevo a confiar en el apoyo estadounidense.
“Durante la firma de este protocolo el 22 de octubre, aseguramos la implementación del acuerdo por parte del presidente sirio, Bashar Assad, y los líderes kurdos, que manifestaron enérgicamente que cooperarían”, dijo.
Lavrov tenía razón al describir la posición de los líderes de las FDS como “oportunista”.
El gobierno ruso parece haber perdido la paciencia y ya no tolera la política de duplicidad adoptada por las FDS en el tema sirio. De hecho, esta milicia, cuando recibe el apoyo de EEUU, está del lado estadounidense y cuando Washington anuncia que retira sus tropas de Siria, adopta una posición de acercamiento hacia Damasco.
Los ataques aéreos sirios contra los yacimientos y refinerías de petróleo reflejan la voluntad de Siria, directa o indirectamente, de proteger el petróleo del país y comenzar a evitar su contrabando y el acceso al mismo de ciertos clientes, incluido “Israel”. No es sorprendente que el próximo paso sea desatar la guerra de guerrillas contra las fuerzas de ocupación estadounidenses, que se han apoderado de depósitos de petróleo y gas en el país.
Una guerrilla similar tuvo lugar en Iraq y obligó a EEUU a retirarse.
Source: Press TV