Como parte de la decisión del rey Abdulá II de recuperar las áreas jordanas de Baqura y Gumar de Israel después de la expiración de un contrato de arrendamiento de 25 años, el Ejército jordano impidió el sábado la entrada de cientos de turistas israelíes allí.
El rey de Jordania, Abdulá II, anunció el 21 de octubre de 2018 que no renovaría los dos anexos del acuerdo alcanzado entre su padre, Hussein, y el entonces primer ministro israelí, Yitzhak Rabin, en 1994. un contrato de arrendamiento de 25 años que le otorgó a Israel el derecho de cosechar tierras cultivables en ambas zonas. Los territorios deben volver a manos de los jordanos una vez que finalice el contrato de arrendamiento en octubre próximo.
Los turistas israelíes, que llegaron el sábado 26 de enero a los sitios en cuestión, fueron rechazados por el Ejército jordano aun cuando estaban en posesión de los permisos necesarios, informó el canal de noticias israelí Hadashot.
Después de anunciar en octubre que pondría fin al acceso israelí a las áreas de Baqura y Gumar, Ammán anunció el mes siguiente que había recibido una solicitud oficial de Tel Aviv para iniciar negociaciones sobre el futuro de las dos parcelas de tierra.
Yumana Gunaimat, ministra de Estado de Relaciones con los Medios de Jordania, dijo que su país solo estaba ejerciendo su derecho, advirtiendo que había decidido no renovar el acuerdo. Ella dijo que el reino está decidido a negociar con Israel de una manera que preserve los intereses nacionales de Jordania.
Tras el anuncio de Abdulá II, las partes tienen oficialmente un año para negociar el fin del contrato de arrendamiento. Mientras que el primer ministro Benyamin Netanyahu ha dicho que presionará para que Ammán revierta esta decisión, el ministro jordano de Asuntos Exteriores, Ayman Safadi, dijo que lo único que se está considerando es el mecanismo más apropiado para cancelar el acuerdo.
En su edición del sábado 26 de enero, la publicación en línea The Times of Israel escribió que los funcionarios israelíes han expresado su preocupación por el hecho de que la medida suponga una señal de la voluntad de Jordania de reducir significativamente las relaciones diplomáticas con la entidad sionista. Son numerosos los analistas que ven la medida de Abdulá II, considerada audaz, como un reflejo de la intensa presión interna ejercida por el pueblo jordano, que todavía considera en su gran mayoría a Israel como un enemigo.
Refiriéndose a la tendencia de Israel a desvincularse de los acuerdos y resoluciones internacionales, muchos observadores creen que a Jordania le resultará difícil recuperar sus dos parcelas de tierra.
Careciendo de una tierra con una posición geográfica estratégica, Israel tiende a apoderarse de las de los demás. Por lo tanto, el régimen ocupó las alturas del Golán sirio y partes del Líbano, incluidas las colinas Kfar Shuba y las granjas de Shebaa.
Las tensiones entre Israel y Jordania han aumentado en los últimos años por temas como el estatus de Al Quds y sus lugares sagrados, el cese de las negociaciones de paz con los palestinos y el asesinato en 2017 de dos ciudadanos jordanos por un guardia en la embajada israelí en Ammán, lo que provocó una crisis diplomática.
Ammán se opuso hace una semana a la construcción de un aeropuerto israelí cerca de Aqaba, calificándolo de una flagrante violación del derecho internacional, especialmente la Convención firmada en Chicago en 1944 y las normas de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI).
Source: Press TV