El gobierno turco parece estar encontrando una resistencia seria en su política hacia Siria, que le impide poner en práctica sus planes anticipados.
El jueves, el ministro de Exteriores turco, Mevlut Cavusoglu, dijo que su plan para establecer una zona segura en el norte de Siria no había sido acordado con la coalición estadounidense ni con las fuerzas rusas.
El gobierno sirio y las fuerzas kurdas se oponen también al establecimiento de dicha zona.
Por otro lado, Cavusoglu dijo que Turquía y EEUU habían comenzado a discutir quien estaría a cargo de la administración de la ciudad siria de Manbij, que está bajo el control de una milicia aliada a las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), dominadas por los kurdos. A pesar de la insistencia Turquía de tomar el control de Manbij, la milicia local no está dispuesta a permitir que los militantes aliados de Turquía se hagan cargo de la ciudad, en cuyo alrededor se hallan también situadas fuerzas del Ejército sirio con el fin de impedir una ofensiva turca.
Por su parte, el periódico ruso Kommersant, señaló que Rusia ha comunicado a Turquía que todas las zonas controladas por los norteamericanos en la frontera turco-siria deben pasar a manos de las autoridades de Damasco. Rusia ha acogido también favorablemente las negociaciones entre los kurdos y el gobierno sirio, que buscan hallar un acuerdo para el retorno a la vida normal en Siria y sin injerencias extranjeras.
Source: Periódicos