El Gobierno de Donald Trump ha estado este lunes en la mira para sus deportaciones masivas a destinos en distantes países de África como Angola, Benín, Guinea Ecuatorial, Esuatini, Libia y Ruanda y en Europa, Moldavia.
La administración Trump estaría explorando, entablando conversaciones y definiendo detalles en algunos casos para apoyar su programa de expulsiones.
Un reporte de CBS News dijo, basado en documentos, que los eventuales contactos forman parte de una intensa campaña diplomática del gobierno de Trump para convencer al mayor número posible de países que reciban a deportados de EEUU como migrantes cuyas naciones de origen no los aceptan.
El Gobierno negoció acuerdos con varios países latinoamericanos dispuestos a ello. En febrero, EEUU deportó a cientos de migrantes africanos y asiáticos a Costa Rica y Panamá.
Un mes después, en marzo, fueron expulsados más de 250 migrantes, la mayoría venezolanos acusados de pertenecer a pandillas, a una megacárcel de máxima seguridad en El Salvador.
Guatemala también accedió a la llegada de migrantes de terceros países deportados desde aquí y también México lo hizo, pero en virtud de un acuerdo previo al segundo mandato de Trump.
El trato que recibirían los deportados por gobiernos ajenos al suyo también es una incógnita. Como parte de su acuerdo con El Salvador, por ejemplo, EEUU acordó otorgar al gobierno salvadoreño millones de dólares para detener a venezolanos considerados miembros del Tren de Aragua, apuntó la televisora.
La víspera, Trump sorprendió con un posible plan para nada bien recibido: dará instrucciones para reabrir la tristemente célebre prisión de Alcatraz, cerrada desde 1963 y convertida en un museo.
El mandatario prevé reconstruir y recuperar las funciones de la prisión para “albergar a los delincuentes más despiadados y violentos de EEUU”.
“Durante demasiado tiempo, América ha estado plagada de delincuentes despiadados, violentos y reincidentes, la escoria de la sociedad, que nunca aportarán nada más que miseria y sufrimiento”, escribió en su plataforma Truth Social.
La eventual reapertura de la cárcel, que albergó el siglo pasado a connotados gánsteres como Machine Gun Kelly o Al Capone, es una noticia que recibió de inmediato críticas.
Para el senador de California Scott Wiener la idea de Trump es “absurda a primera vista” y resulta el último ejemplo de lo que señala como un “continuo comportamiento desquiciado” del ocupante del Despacho Oval.
Source: Prensa Latina