El fondo soberano de Noruega, el más grande del mundo, anunció que ha vendido todas sus acciones en una empresa de telecomunicaciones israelí, ya que proporciona servicios de telecomunicaciones a los asentamientos israelíes en la Cisjordania ocupada.
En su recomendación, publicada a última hora del martes, el organismo de control del fondo dijo que estaba desinvirtiendo en Bezeq, el mayor grupo de telecomunicaciones de la entidad sionista.
“La empresa, a través de su presencia física y la prestación de servicios de telecomunicaciones a los asentamientos israelíes en Cisjordania, está ayudando a facilitar el mantenimiento y la expansión de estos asentamientos, que son ilegales según el derecho internacional”, se lee en la recomendación.
“Al hacerlo, la propia empresa está contribuyendo a la violación del derecho internacional”, agregó, según la agencia de noticias Reuters.
El fondo de 1,8 billones de dólares ha sido un líder internacional en el campo de la inversión ambiental, social y de gobernanza (ESG). Posee el 1,5% de las acciones que cotizan en bolsa en el mundo en 8.700 empresas, y su tamaño tiene influencia.
El organismo de control señaló que la compañía había dicho que también estaba brindando servicios de telecomunicaciones a las áreas palestinas en la Cisjordania ocupada, pero eso no compensaba el hecho de que también estaba brindando servicios a los asentamientos israelíes.
El organismo de control hace recomendaciones al directorio del Banco Central de Noruega, que tiene la última palabra sobre las desinversiones.
El fondo ha vendido todas sus acciones en la compañía.
Antes de eso, había reducido su participación durante el primer semestre de 2024, poseyendo el 0,76% de las acciones de la compañía valoradas en 23,7 millones de dólares a fines de junio, por debajo de una participación del 2,2% a principios de año, según mostraron los datos del fondo.
La nueva definición de violaciones éticas del organismo de control se basó en parte en la conclusión de la Corte Internacional de Justicia en julio de que “la ocupación en sí, la política de asentamientos de “Israel” y la forma en que “Israel” utiliza los recursos naturales en las áreas están en conflicto con el derecho internacional”, según una carta del 30 de agosto que dirigió al Ministerio de Finanzas.
Desde el inicio de la guerra en Gaza en octubre de 2023, el fondo ha estado investigando si hay más empresas que no respetan sus pautas de inversión permitidas.
Antes del anuncio de la desinversión, el fondo había desinvertido en nueve empresas que operan en la Cisjordania ocupada.
Sus operaciones incluyen la construcción de carreteras y viviendas en asentamientos israelíes en el Este de Al-Quds (Jerusalén) y Cisjordania y el suministro de sistemas de vigilancia para un muro israelí alrededor de la Cisjordania ocupada.
Source: Reuters