Más de tres docenas de parlamentarios británicos han pedido al gobierno que rinda cuentas por no haber suspendido las licencias de exportación de piezas del F-35 que pueden acabar utilizándose en la guerra de “Israel” contra Gaza, que dura ya casi un año.
En una carta del viernes, un grupo de 37 parlamentarios escribió al ministro de Asuntos Exteriores, al secretario de Defensa y al secretario de Comercio del Reino Unido para expresar su preocupación por la continuación de la concesión de licencias para la exportación de piezas del avión de combate F-35 después de que el gobierno británico anunciara la suspensión de sólo 30 licencias para la exportación de armas a “Israel”.
Los legisladores dijeron que la prohibición parcial de la venta de armas “no es suficiente” y que las ventas corren el riesgo de “continuar la complicidad del Reino Unido en las graves violaciones del derecho internacional por parte de “Israel” en Cisjordania y Gaza, ocupadas ilegalmente”, ya que Londres tiene la autonomía para eliminar a Tel Aviv de la lista de receptores aprobados para las piezas del F-35.
“El gobierno ha admitido que no puede conceder licencias para la transferencia directa de componentes del F-35 a “Israel” debido al claro riesgo de graves violaciones del derecho internacional humanitario”, escriben.
“Pero no ha suspendido las licencias para exportar componentes del F-35 fabricados en el Reino Unido a “Israel” como usuario final a través de terceros países, incluido EEUU. Hay serias preguntas a las que exigimos respuestas sobre la legalidad y la necesidad práctica de tal exención”.
El grupo de parlamentarios subrayó en su carta que “no parece haber justificación legal para la exención”, y pidió una “explicación más completa y adecuada al Parlamento sobre cómo esta exención es prácticamente necesaria y, lo que es más importante, independientemente de los aspectos prácticos, cómo es consistente con las obligaciones internacionales del Reino Unido”.
Al hacer el anuncio sobre la prohibición parcial la semana pasada, el ministro de Asuntos Exteriores David Lammy afirmó en el parlamento que suspender los componentes “socavaría la cadena de suministro global del F-35 que es vital para la seguridad del Reino Unido, nuestros aliados y la OTAN”.
La exención de las piezas del F-35 fabricadas en el Reino Unido, que constituyen el 15 por ciento de cada avión de combate, planteó grandes preocupaciones entre los activistas de armas y los grupos de derechos humanos, incluido uno que lo describió como “un caballo de batalla de la brutal campaña de bombardeos de “Israel””.
La semana pasada, el medio de comunicación danés Information reveló que el ejército israelí utilizó un caza furtivo F-35 en un ataque el 13 de julio contra una zona segura designada en Gaza, en el que murieron al menos 90 personas.
EEUU y el Reino Unido, así como sus aliados europeos, han brindado al régimen israelí un apoyo incondicional en los campos de las finanzas, la inteligencia y la logística desde que la entidad ocupante lanzó su despiadada guerra en Gaza en octubre del año pasado.
Source: Press TV