Entre la mesa de negociaciones y el campo de batalla, entre la diplomacia activa y los intentos de desmantelarlo por la fuerza, Irán atravesó el año 2025 en uno de los años más sensibles y complejos de su historia moderna. Fue un año en el que Teherán consolidó sus opciones políticas y económicas al enfrentarse a importantes pruebas de seguridad y estabilidad.
A principios de año, Irán se centró en fortalecer sus alianzas estratégicas internacionales, en particular su relación con Rusia. Durante los primeros meses, se firmaron memorandos de entendimiento y acuerdos de cooperación en los ámbitos de la energía, el transporte y la coordinación política y militar, sentando las bases para una alianza multifacética.
Fuente: Al Manar
