El grupo israelí de derechos humanos B´Tselem ha escrito al Tribunal Penal Internacional en un intento por evitar la expulsión forzada de más de mil palestinos de sus hogares con el fin de crear una zona de tiro militar o campo de entrenamiento para las fuerzas de ocupación israelíes.
B´Tselem ha pedido al fiscal del Tribunal Penal Internacional (TPI), Karim Khan, que intervenga urgentemente para evitar que “Israel” desaloje a más habitantes palestinos de Masafer Yatta, al sur de Al-Jalil, en la Cisjordania ocupada. Según la agencia de noticias WAFA, ocho aldeas, cuatro escuelas, clínicas y cientos de otras estructuras en el área están programadas para la demolición.
Masafer Yatta es una zona rural compuesta por un conjunto de 19 aldeas palestinas en el sur de Cisjordania, ubicadas al sur y al este de la ciudad de Yatta. “Israel” ha estado tratando de expulsar a estas comunidades de sus hogares y tierras durante décadas, pero recientemente ha intensificado sus acciones en todos los niveles.
Esta escalada siguió a un fallo de mayo de 2022 del Tribunal Supremo de “Israel”. El fallo, que contravino disposiciones del derecho internacional y principios morales básicos, llegó a la conclusión de que los pobladores no tienen derecho a vivir en la tierra y no existe impedimento legal para expulsarlos.
Sin embargo, el traslado forzoso de residentes en territorio ocupado es una violación de la Cuarta Convención de Ginebra y el Estatuto de Roma, el tratado que estableció el TPI.
““Israel” ha convertido la vida de los residentes en una pesadilla: sufren amenazas diarias por parte de soldados y colonos a sus cuerpos y propiedades, así como peligros de ruido y contaminación, daños rutinarios a la infraestructura, la invasión incesante de su privacidad y la constante incertidumbre sobre su futuro”, dijo B´Tselem en un comunicado.
““Israel” también está trabajando para aislar a estas pequeñas comunidades de sus alrededores, con el ejército colocando barricadas, confiscando automóviles y obstaculizando el acceso a la zona de activistas, periodistas y diplomáticos”, agregó el comunicado.
El grupo de derechos humanos dijo que había adjuntado a la carta un apéndice que detalla docenas de incidentes en el área desde junio de 2022, que ilustran la realidad violenta y cotidiana que “Israel” está imponiendo a estas comunidades.
En su carta, B´Tselem enfatizó que, si bien “Israel” ha evitado la expulsión directa desde 1999, está sometiendo a los residentes a condiciones de vida intolerables en un intento indirecto de expulsarlos.
“Esta táctica implícita podría oscurecer mejor la intención de “Israel” de cometer un crimen de guerra, pero no hay ambigüedad al respecto: es el mismo objetivo y es el mismo crimen”.
Dror Sadot, el portavoz del grupo, dijo que B´Tselem había elegido escribir al TPI debido a su intervención efectiva en un incidente anterior, en 2018, con respecto a la comunidad cisjordana de Jan al-Ahmar, que “Israel” estaba planeando.
“Esta es la primera vez que B´Tselem pide directamente al TPI una intervención preventiva”, dijo Sadot.
“Después del fallo del Tribunal Supremo de “Israel”, está claro que los jueces israelíes también son responsables de esas violaciones y son parte del mecanismo del apartheid. La intervención internacional es imprescindible”.
De acuerdo con las convenciones de Ginebra relacionadas con el trato humanitario en la guerra, es ilegal expropiar tierras ocupadas para fines que no beneficien a las personas que viven allí o trasladar por la fuerza a la población local.
Los residentes de Masafer Yatta y los grupos de derechos humanos israelíes dicen que muchas de las familias palestinas han estado residiendo permanentemente en el área de 3.000 hectáreas desde antes de que “Israel” ocupara Cisjordania en la Guerra de 1967, y que su desalojo constituiría una violación del derecho internacional.
Source: Press TV (traducido por el sitio de Al Manar en español)