El Comité Central de Médicos Sudaneses, una organización opuesta al golpe militar, anunció este lunes que la represión de la fuerzas de seguridad dejó dos manifestantes muertos en la capital, Jartum.
Al calificar de violencia excesiva la reacción policial contra las protestas de este lunes, el grupo dijo que los dos fallecidos recibieron el impacto de balas reales, uno en la cabeza (en Omdurman, unida a Jartum) y el otro en el abdomen y el pecho en Bahri (el norte de la urbe capitalina).
De acuerdo con el conteo de la organización, el número de víctimas fatales llegó a 85. Miles de personas salieron la víspera a las calles en varias ciudades sudanesas bajo el lema Poder para el pueblo, que organizaron los Comités de la Resistencia al cumplirse más de cuatro meses de la asonada del general Abdel Fattah al Burhan, el 25 de octubre del año pasado.
En Jartum los participantes, en su mayoría jóvenes, corearon consignas antimilitares y exigieron un gobierno civil a su llegada al Palacio de la República, donde se encuentra el omnipotente Consejo Soberano de Transición, que encabeza también al Burhan.
Igualmente, el sindicato de galenos lamentó que nuevamente las fuerzas represivas lanzaron gases lacrimógenos en la sala de urgencias del Hospital Arbaeen de Omdurman.
Al Burhan declaró en varias ocasiones que ordenó no utilizar la violencia letal contra los manifestantes y los hospitales.
Cientos de madres y padres se concentraron el domingo para apoyar a los jóvenes que continuamente se manifiestan contra el poder militar.
La nueva jornada de demostraciones fue convocada un día después de que los denominados Comités de Resistencia, que organizan las marchas, presentaran una hoja de ruta para unificar a los diferentes componentes civiles del país, garantizar que no se llegue a ningún acuerdo con los militares y llevar ante la Justicia a los responsables del golpe.
Tras el golpe de Estado, el presidente del Consejo Soberano (la máxima instancia hasta una eventual celebración de elecciones en 2023) reincorporó a los antiguos oficiales de seguridad y funcionarios del antiguo régimen, tras despedir a los nombrados por el ex primer ministro Abdallah Hamdok.
Sudán vive una creciente inestabilidad política desde el derrocamiento tras protestas populares del entonces presidente Omar al Bashir, en abril de 2019.
Source: PL