El líder del Partido Laborista británico, Jeremy Corbyn, ha propuesto recientemente prohibir al presidente de EEUU, Donald Trump, entrar en territorio británico tras la aprobación de aquel de una orden ejecutiva que prohíbe a ciudadanos o personas vinculadas a 7 países de mayoría musulmana entrar en EEUU.
Indignado por tal orden, Corbyn ha reclamado la anulación de la visita oficial de Trump al Reino Unido.
“No podemos permitir a Trump visitar el Reino Unido en tanto que no haya derogado su vergonzoso decreto contra los musulmanes. Se trata de un decreto extraño y el sistema parlamentario de EEUU debe respetar los derechos fundamentales de las personas”, dijo Jeremy Corbyn.
Corbyn pidió a la primera ministra británica, Theresa May, que no reciba en Londres a Donald Trump mientras la Administración norteamericana no respete el Derecho Internacional y los principios fundamentales de la libertad.
May invitó a Trump a visitar el Reino Unido cuando se encontró con el presidente estadounidense en Washington. Ella ha sido sometida a críticas virulentas de parte de sus oponentes. Corbyn le ha pedido en este sentido un pronunciamiento en contra del decreto de Trump.
Más de 1,2 millones de firmas contra Trump
Asimismo, más de 1,2 millones de ciudadanos británicos han firmado una petición pidiendo al gobierno británico que retire una invitación a Trump para visitar Londres y reunirse con la reina Elisabeth. Una vez que una petición haya superado las 100.000 firmas, los miembros del Parlamento deben considerarla para un debate.
Sin embargo, Downing Street ha rechazado los llamamientos para cancelar el viaje.
Una fuente del gobierno dijo a la BBC que un rechazo sería un “gesto populista”, agregando que la invitación había sido aceptada y que una negativa a recibir a Trump podría “deshacerlo todo”.
May no puede ignorar, sin embargo, las tensiones creadas por Trump en el Reino Unido. La orden de Trump puede afectar a casi 260.000 ciudadanos británicos. El deportista Sir Mo Farah, un ciudadano británico que nació en Somalia y que vive en Portland, Oregón, condenó la medida de Trump y publicó una declaración diciendo: “Es muy problemático que tenga que decir a mis hijos que papá no puede venir a casa y explicar por qué el presidente ha aprobado un decreto que procede de la ignorancia y los prejuicios”.
Bajo toda esta presión, May tuvo que dar un giro y difundir una declaración alejándose de las medidas de Trump. “La política de inmigración en EEUU es asunto del gobierno de EEUU. Pero no estamos de acuerdo con este tipo de enfoque y no es uno que vamos a adoptar”.
Apoyo de Trump al Brexit
Otro de los motivos por los que la élite política británica está contra Trump es su apoyo al Brexit, que tiene muchos enemigos entre el establishment político y económico británicos, que se muestran nerviosos ante los efectos que el Brexit tendrá para la economía del país. Muchos bancos e instituciones financieras de Londres buscan ahora trasladarse a París o Frankfurt para poder tener acceso al mercado europeo. Un gran número de ejecutivos y empleados de tales bancos, que aportan un 12% de los impuestos que recibe el Reino Unido, piensan también en irse.
El Brexit y el posible abandono del mercado único europeo por el Reino Unido ha llevado al gobierno de May a buscar nuevos socios con los que firmar acuerdos de libre comercio y con tal objeto ella ha visitado EEUU, India, Bahrein y Nueva Zelanda en los pasados meses. Ella también piensa en visitar China “relativamente pronto”.
En estos tiempos azarosos cuando May realiza un difícil ejercicio para resituar a su país en la economía internacional tras el Brexit, el proteccionismo y nacionalismo económico de Trump está dañando la estrategia británica.
Los pilares de la estrategia británica se derrumban
El New York Times resumió con precisión la crisis que enfrenta la élite británica, señalando que “desde el fin de Gran Bretaña como una potencia mundial en los años inmediatamente posteriores a la Segunda Guerra Mundial, la política exterior del país se ha apoyado en dos pilares.
El primero es la asociación estadounidense-británica, que permite al Reino Unido proyectar su poder y salvaguardar sus intereses a nivel mundial. El segundo es la unidad europea, que es esencial para la prosperidad económica de Gran Bretaña y que, al eliminar los conflictos a nivel europeo, libera a Gran Bretaña para actuar en el escenario mundial”.
Con el Brexit y “las amenazas de Trump de alejarse de Europa”, advirtió el Times, “estos dos pilares ahora podrían estar desmoronándose” arrastrando así a Gran Bretaña a una grave crisis. Es decir, el nacionalismo norteamericano hace que Washington se aleje de Londres y busque sus propios intereses. Por otro lado, tras el Brexit la influencia del Reino Unido en Europa ha colapsado y está disminuyendo día a día. May es ahora excluida ya de forma rutinaria de todos los encuentros de alto nivel de los líderes europeos.
Source: Diverso