El presidente afgano Ashraf Ghani, cuya ubicación actual se desconoce, abandonó el domingo el palacio presidencial en la capital, Kabul, donde insurgentes talibanes que derrocaron a su gobierno en solo unos pocos días entraron poco después. Él justificó su salida diciendo que quería evitar un baño de sangre.
Rusia ha dicho que mantendrá una presencia diplomática en Kabul y espera desarrollar lazos con los talibanes, aunque dice que no quiere reconocerlos de inmediato como gobernantes del país y que observará de cerca su comportamiento.
“En cuanto al colapso del régimen (saliente), la forma en que Ghani huyó de Afganistán habla por sí sola”, dijo Nikita Ishchenko, portavoz de la embajada rusa en Kabul, a la agencia rusa RIA.
“Él huyó con cuatro autos llenos de dinero. Intentaron meterlo en un helicóptero, pero simplemente no cabía. Así que parte del dinero se quedó en la pista”, explicó a RIA.
Nikita Ishchenko confirmó sus palabras a Reuters, citando a “testigos” presentes allí como fuente de información.
Reuters no pudo confirmar de forma inmediata e independiente la veracidad de su relato.
Source: Sputnik