Según el analista del periódico libanés El Nashra, está claro que la visita de David Hale a Beirut tiene como telón de fondo el examen de la situación para ver si la presión de EEUU para intensificar la crisis ha dado sus frutos al alentar a los libaneses a elegir entre enfrentar el hambre o aceptar las demandas de Washington. Contrariamente a todos los análisis que dicen que la nueva administración estadounidense liderada por el presidente Joe Biden tiene poco interés en el Líbano y que su prioridad es enfrentar los desafíos chino y ruso o encontrar la manera de volver al acuerdo nuclear junto con Irán, El Líbano estaría a la vanguardia de las preocupaciones de Washington.
De hecho, El Nashra cree que la Casa Blanca quiere mantener al Líbano bajo vigilancia permanente para mantener al país bajo presión y evitar cualquier cambio que conduzca a una apertura económica y financiera y la solución de la crisis actual.
En este sentido, Washington ha tratado de evitar la visita a Iraq del primer ministro libanés Hassan Diab para firmar acuerdos de cooperación económica y de salud y el acceso del Líbano al petróleo y combustible de Iraq a cambio de servicios de salud y productos agrícolas e industriales libaneses.
Por lo tanto, la Casa Blanca estuvo detrás de la decisión del primer ministro iraquí Mustafa al Kadhimi de posponer la visita de su homólogo libanés a Bagdad. Sin embargo, la conclusión de estos acuerdos entre Beirut y Bagdad podría haber sido un gran avance que atenuaría la gravedad de la crisis libanesa a nivel económico y tendría efectos positivos en la situación financiera y monetaria del Líbano.
Según el analista del diario El Nashra, la pregunta que surge hoy en Beirut se relaciona con las posibilidades de David Hale de encontrar en la capital libanesa las respuestas positivas a las peticiones y demandas de la Casa Blanca para que no vuelva decepcionado y frustrado a Washington como durante sus anteriores visitas al Líbano.
Los analistas creen que este plan estadounidense fracasará por varias razones:
– Primero, la parte estadounidense es claramente incapaz de imponer su dictado a los libaneses con respecto a las condiciones para la formación del gobierno en el Líbano. Los libaneses están resistiendo amenazas y sanciones, y el presidente libanés Michel Aoun se mantiene firme en su negativa a acceder a facilitar la formación de un gobierno liderado por Saad Hariri, en los términos de este último, como lo desea la Casa Blanca.
En segundo lugar, el éxito del liderazgo de Hezbolá en frustrar el plan estadounidense de incitar a la opinión pública contra la Resistencia frustró los diseños de Washington, porque la Resistencia pudo adoptar una política juiciosa frente a las provocaciones y complots de EEUU.
1- Hezbolá se ha mantenido leal a sus alianzas dentro del Líbano y ha frustrado con éxito los esfuerzos de Washington para aislar a la Resistencia.
2- Hezbolá continuó su política social utilizando sus medios para fomentar la producción agrícola y contribuyendo a la comercialización de alimentos. Por lo tanto, Hezbolá hizo posible que los más necesitados pudieran comprar alimentos a precios asequibles a principios del mes de Ramadán. Gracias a esta política socioeconómica, Hezbolá ha consolidado sus vínculos con la opinión pública libanesa y ha establecido una estrategia eficaz para combatir la presión estadounidense.
3- El Ejército libanés ha anunciado que defenderá todos los derechos del Líbano con respecto a la demarcación de la frontera marítima con la Palestina ocupada. Entonces el Ejército decidió agregar 1.830 kilómetros cuadrados al área en disputa con el enemigo sionista. El analista de El Nashra concluye que el subsecretario de Estado de EEUU, David Hale, estará decepcionado una vez más por la postura oficial del Líbano de no ceder los derechos sobre sus aguas territoriales. Al mismo tiempo, la Resistencia fortalecerá aún más su posición interna en el Líbano y David Hale se sentirá decepcionado y regresará a Washington sin ningún resultado.
Source: El Nashra