Rusia ha hecho de Venezuela una verdadera potencia militar y también ha reforzado el poder del gobierno de Argelia, de modo que el petróleo de estos países siga en manos de potencias aliadas de Rusia y China y no gire en torno a EEUU.
El periódico Al Quds Al Arabi escribió que Rusia ha adoptado una nueva estrategia que se cristaliza en el fortalecimiento de las capacidades militares de sus aliados, especialmente las potencias que tienen recursos energéticos como el gas y el petróleo. Moscú ha logrado hacer de Venezuela una verdadera potencia militar en América Latina a pesar del embargo que sufre el país por lo que tiene la fuerza aérea más poderosa de la región. Rusia ha implementado la misma estrategia en Argelia en los últimos años.
La revista electrónica estadounidense especializada en la industria militar y de guerra, Military Watch, dedicó recientemente un dossier al nivel de capacidades de las fuerzas aéreas en América Latina y señaló a través de un estudio comparativo que la fuerza aérea venezolana ocupa el primer lugar en América Latina.
Este estudio revela cómo Venezuela adquirió docenas de aviones de combate Sujoi-30 avanzados rusos y Rusia apuesta por la modernización de las instalaciones militares de Venezuela, según Military Watch.
Venezuela ha logrado adquirir un arsenal antiaéreo y antimisiles compuesto por sistemas Buk-M2, y luego por S-300 con un alcance de 250 km, y ahora quiere adquirir el avanzado sistema ruso S-400. Y si el ejército venezolano se equipa con este sistema antimisiles ruso hará las cosas difíciles incluso para la Fuerza Aérea de EEUU.
Rusia ha hecho de Venezuela una verdadera potencia militar por dos razones; En primer lugar, Venezuela debe ser superior a sus vecinos, incluidos Colombia y Brasil, para que estos dos países, regidos por gobiernos derechistas aliados de EEUU, no se involucren en ninguna guerra militar contra Venezuela, ya que ha habido rumores en los últimos dos años de que, desde el reconocimiento de Washington de Juan Guaidó como “presidente interino” de Venezuela, este país ha estado amenazado por parte de dichos vecinos.
El segundo objetivo es fortalecer el gobierno en el poder en Venezuela para que los recursos naturales del país, especialmente el petróleo, queden en manos de una potencia aliada de Rusia y China y no caigan en poder de EEUU, sobre todo porque Venezuela tiene las mayores reservas de petróleo del mundo.
En cuanto a Argelia, Moscú cree que es la primera potencia del Magreb árabe tras la caída de Muammar Gaddafi, el ex líder libio.
Por esta razón, suministró armas avanzadas a Argelia después de la caída de Gaddafi y la equipó con el sistema de defensa aérea S-400 para evitar que aviones de combate extranjeros se acercaran al espacio aéreo argelino. Rusia también ha equipado a Argelia con misiles Iskander de alta precisión y misiles lanzados desde submarinos, de modo que los submarinos argelinos pueden atacar cualquier objetivo enemigo desde el fondo del mar; un poder que pocos países tienen.
El 26 de octubre de 2014, el presidente ruso Vladimir Putin desveló una nueva doctrina militar, que consistía en defender a los aliados de Moscú y equiparlos con armas avanzadas. Estas medidas se materializaron en el caso de Argelia y Venezuela por los sistemas que pudieron obtener de Moscú a nivel militar, pero también, y sobre todo, por las posibilidades de coordinación en los temas de la energía del petróleo y el gas para poder controlar los precios del mercado mundial y desafiar el poder que países como EEUU y Arabia Saudí se han otorgado para jugar con los precios del petróleo.
Source: Press TV