Rusia dice que envió refuerzos a un área en el norte de Siria donde militantes apoyados por el gobierno turco y combatientes kurdos patrocinados por Washington han estado involucrados en enfrentamientos en las cercanías de una ciudad estratégica.
En octubre de 2019, Turquía lanzó una invasión transfronteriza del noreste de Siria en un intento declarado de expulsar a los militantes kurdos respaldados por EEUU y afiliados a las llamadas Unidades de Protección Popular (YPG), que Ankara considera un grupo terrorista. Los soldados turcos controlan ahora franjas del noreste de Siria cercanas a sus fronteras.
Dos semanas después de la invasión, Rusia y Turquía firmaron un memorando de entendimiento que obligó a los militantes de las YPG a retirarse de la “zona segura” controlada por Turquía en la región. Desde entonces, los militares turcos y rusos han estado realizando patrullas conjuntas por la zona.
A principios de este mes, estallaron enfrentamientos entre militantes respaldados por Turquía y las YPG cerca de la ciudad de Ain Isa, que se encuentra situada junto a la autopista M4, que une las principales ciudades sirias.
El domingo por la noche, el Ministerio de Defensa ruso dijo que había enviado más militares a los puntos de enfrentamiento.
“Anteriormente, durante las negociaciones con la parte turca, se alcanzaron acuerdos sobre el despliegue de puestos de observación conjuntos ruso-sirios. Unidades adicionales de la policía militar rusa han llegado a la zona de Ain Isa hoy (domingo) para intensificar los esfuerzos para estabilizar la situación”, dijo.
Rusia, cuyos aviones de combate patrullan el área, ha instado a ambas partes a reducir la escalada.
El Ministerio de Defensa ruso dijo que su ejército no ha detectado bombardeos de militantes respaldados por Turquía en las últimas 24 horas.
Source: Diversas