Yemen está experimentando una ola de deserciones en estos días en las filas de las fuerzas leales a la coalición saudí-emiratí.
Sanaa ha acogido en los últimos días a más de 300 soldados que han desertado de las filas de las fuerzas del presidente dimitido Abed Rabbo Mansur Hadi. Estos disidentes han renunciado a luchar contra el Ejército yemení y Ansarulá en los frentes de Maarib (centro), Yauf (norte) y en las zonas fronterizas con Arabia Saudí.
A la cabeza de estos desertores se encuentra el comandante pro-saudí del frente “Azal” en Baqem, en la provincia de Saada (norte), así como el jefe de la 1ª Brigada en Yauf (norte).
Fuentes yemeníes también informan de una inminente deserción de un alto oficial cuyo nombre aún no se ha revelado, por razones de seguridad.
Una fuente militar de la capital, Saná, confirmó al diario libanés Al Akhbar la deserción del jefe de la “Brigada Al Ezz” en el frente de Yauf, el general de brigada Hamad Rashid Al Hazmi. Este último desertó junto con decenas de soldados y oficiales y llegaron a Sanaa con sus modernas armas y equipo militar.
Despertar de la conciencia
Para Sana’a, es “un despertar de conciencia y un signo de gran lucidez”.
El Ministerio de Defensa en Sana’a ha ofrecido un número gratuito para recibir a las personas que deseen regresar a las áreas bajo el control del Gobierno de Salvación (Sanaa).
Luego se tomaron medidas para proteger a los repatriados, de modo que no estuvieran expuestos a detenciones o bombardeos por parte de aviones de la coalición saudita mientras huían del campo de batalla.
Al mismo tiempo, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Sanaa recibió recientemente cerca de 60 solicitudes para el regreso de políticos, líderes de segundo y tercer nivel del gobierno de Hadi, miembros del Consejo de la Shura y figuras de los medios de comunicación. Exigieron ser tratados de acuerdo con la ley de amnistía general decretada por el Gobierno de Salvación.
Source: Al Akhbar