Según un sitio web estadounidense, EEUU nunca podrá poner fin a la influencia de Irán en Iraq. “Lo que llamamos influencia iraní en Iraq no es tal; es mucho más que eso. Es una especie de afinidad histórica, cultural y religiosa derivada de lazos profundos enraizados en el tiempo. Con todas las artes del mundo, uno no puede vencer a Irán”.
En un artículo publicado por el sitio web estadounidense The American Conservative, Robert Moore, asesor de políticas públicas sobre defensa, subraya que EEUU carece de los recursos necesarios para “contrarrestar” a Irán en Iraq. “¿Podemos pedirles a los iraquíes que se enfrenten a los iraníes con quienes comparten una historia idéntica y especialmente una sola religión?”, señaló.
“EEUU simplemente no puede evitar la influencia iraní en Iraq. La teoría de la contrainsurgencia sigue siendo una ciencia relativamente nueva y fluida, pero existe un consenso general de que se requiere un mínimo de 20 fuerzas de contrainsurgencia por cada 1.000 personas para contener una insurgencia. Para una población iraquí de más de 38 millones, esto requeriría que 768.000 policías antidisturbios, alrededor de 100.000 más que todo el Ejército de EEUU y el Cuerpo de Marines en servicio activo combinados, se establecieran permanentemente en Iraq, a pesar de la oposición pública. Ahora imaginemos que queremos evitar que los millones de visitantes iraníes fueran a Iraq. ¡Hacer esto requeriría una fuerza de 1.6 millones, la fuerza activa total de las fuerzas armadas de EEUU, el Reino Unido y Alemania”.
“Afortunadamente, EEUU no necesita lidiar con el peso iraní en Iraq para cumplir con sus requisitos de seguridad nacional. Todo lo que EEUU necesita gira en torno a la prevención de ataques terroristas en nuestra patria y la protección de rutas comerciales vitales, particularmente las del sector energético. Ocho meses después de la batalla de los petroleros en el Golfo Pérsico, que fue sucedida por el asesinato del general Soleimani y luego el ataque con misiles contra Ain al Assad, todavía estamos en el foco: esta semana la base de Tayi fue atacada en dos ocasiones. Lo mismo ocurre con el Aeropuerto de Bagdad y la Embajada de EEUU y todo esto mientras que Washington ejerce la máxima presión sobre Bagdad para mantener sus tropas en Iraq. Sin embargo, nuestros intereses se preservan mejor mejorando nuestras relaciones con los actores regionales y trabajando para prevenir conflictos”.
Iraq no tiene importancia estratégica para EEUU
“Siete meses después del ataque contra Ain al Assad y los ataques esporádicos contra nuestras fuerzas, debemos preguntarnos qué obtendríamos de un enfrentamiento cara a cara permanente con las fuerzas pro-iraníes en Iraq. ¿Es Iraq realmente un eje importante de nuestra estrategia en Oriente Medio a pesar de que nuestros lazos con nuestros aliados tradicionales como Arabia Saudí están experimentando tensiones y de que el petróleo está perdiendo peso en nuestra estrategia? Ya sea que esté o no de acuerdo con la justificación (de la invasión de Iraq en 2003), una consecuencia del derrocamiento de Saddam Hussein fue alterar el equilibrio de poder y crear oportunidades para que se desarrollara la influencia iraní. Además, Saddam tampoco pudo cortar los lazos entre los dos países”.
“Desafortunadamente, el curso de acción obvio, una política de moderación y prudencia que priorice nuestros intereses de seguridad nacional, sigue siendo ignorada por los funcionarios de la Casa Blanca, que han construido sus carreras como enemigos jurados de Irán. Hasta que eso cambie, continuaremos desperdiciando vidas y recursos tratando de remar contra corriente”.
Source: The American Conservative