El gobierno del Líbano aprobó el lunes una serie de reformas propuestas por el primer ministro, Saad Hariri, para menguar el enojo y la ira popular contra el Gabinete, el Parlamento y la Presidencia.
Durante cinco días, incluido este lunes, centenares de miles de personas salieron a las calles en protesta por el deterioro de las condiciones de vida, la corrupción y el despilfarro del país.
En un inicio demandaban acabar con esos males, pero más tarde se tornaron en reclamos políticos al exigir la renuncia en pleno de la clase gobernante.
Con tales presiones, Hariri encabezó una reunión del Consejo de Ministros que pasó el borrador del presupuesto estatal de 2020, el cual eliminó impuestos y tarifas que gravaban a los ciudadanos comunes y ahora debatirá el Parlamento para su ratificación definitiva.
La partida presupuestaria aplicará una reducción de 50 por ciento en los salarios de los antiguos y actuales funcionarios y parlamentarios y una ley para devolver fondos públicos malversados.
Durante una alocución televisada al término de la reunión ministerial, el jefe del Gobierno opinó que había derecho a la protestar y que solo dependía de sus participantes decidir cuándo pararían.
‘Las decisiones que hemos tomado podrían no cumplir con sus demandas, pero cumplen con lo que he estado pidiendo’, dijo.
Y agregó que no permitirá represiones contra los protestantes, pues es un deber del Gobierno proteger las demandas ciudadanas pacíficas, apuntó.
El presidente de la República, Michel Aoun, afirmó que lo sucedido expresa el dolor de la población, el cual comparte, pero condenar a todos por igual como corruptos, dijo, no es justo.
La reunión del Gabinete se llevó a cabo en ausencia de la ministra de la Mujer, Violet Safadi, y los cuatro titulares pertenecientes al partido Fuerzas Libanesas Ghassan Hasbani, Camille Abu Suleiman, Mai Chidiac y Richard Kyomjian, quienes renunciaron a sus cargos.
Source: PL