El presidente de China, Xi Jinping, dijo el martes durante las celebraciones del 70 aniversario de la fundación de la República Popular de China que su país se mantendría comprometido con el llamado principio de “un solo país, dos sistemas”, con respecto a Hong Kong.
“En el futuro, debemos adherirnos a los principios de “unificación pacífica” y “un país, dos sistemas”, mantener la prosperidad y la estabilidad en Hong Kong y Macao, promover el desarrollo pacífico de las relaciones entre las dos orillas del Estrecho de Taiwán, unir a todos los hijos e hijas de China, y seguir luchando por la unificación completa de nuestra patria”, dijo Xi al dirigirse al evento.
Los manifestantes en Hong Kong se comprometieron a organizar más manifestaciones en diferentes distritos el martes, un día en el que se celebrarán grandes celebraciones, incluido un desfile militar, en la capital china para conmemorar el 70º aniversario de la fundación de China. El lunes, la Junta de Apelaciones de Hong Kong sobre Reuniones y Procesiones Públicas confirmó la decisión de la policía de prohibir las protestas y manifestaciones planificadas.
En los últimos meses, Hong Kong se ha enfrentado a oleadas de manifestaciones contra las enmiendas, ahora retiradas, de la ley de extradición de la ciudad. Estas protestas a menudo se han vuelto violentas después de que los manifestantes se enfrentaran a los policías. Pekín considera que la situación en Hong Kong es el resultado de la injerencia extranjera en los asuntos internos de China y apoya plenamente las acciones de las autoridades locales.
A principios de septiembre, el controvertido proyecto de ley de extradición fue retirado formalmente, pero los manifestantes continuaron tomando las calles para exigir un sufragio universal, el fin de los procedimientos legales contra los manifestantes y una investigación sobre la presunta violencia policial. El gobierno de Hong Kong, a su vez, ha condenado repetidamente los actos ilegales cometidos por los manifestantes durante sus manifestaciones.
El principio en cuestión se aplicó primero a la política de China con Taiwán. En la década de 1970, Pekín presionó para que la isla se reuniera con el continente, prometiendo que Taipei conservaría un grado de autonomía. El mismo principio se aplicó más tarde a dos territorios chinos autónomos de Hong Kong y Macao.
Source: Sputnik (traducido por sitio de Al Manar en español)