Donald Trump ha anunciado la anulación de una cumbre que iba a celebrar con los líderes talibanes afganos en Camp David después de un ataque de los talibanes el jueves en Kabul, que causó la muerte un militar de EEUU y otros rumanos. El objetivo del atentado fue uno de los centros más importantes de los servicios de inteligencia afganos en el país.
Según diversas agencias, se trataba también de un centro desde el que se dirigen las operaciones secretas de drones de la CIA en el país.
Las autoridades de Kabul informaron de doce muertos, incluyendo un militar de EEUU, y varias decenas de heridos.
Este ataque tuvo justo en un momento en el que EEUU ha estado buscando un acuerdo con los talibanes para abandonar el país. Dieciocho años de conflicto han convertido la guerra de Afganistán en la más larga de la historia de EEUU y en otra derrota similar a Vietnam.
Zalmay Khalilzad, representante especial de EEUU para las negociaciones con los talibanes, había declarado el 2 de septiembre que los principios de un acuerdo con los talibanes habían sido ya alcanzados y que el documento necesitaba ya solo de la aprobación de Donald Trump para ser firmado. Sin embargo, los talibanes rechazaron esta declaración afirmando que ningún acuerdo había sido logrado con EEUU.
Las negociaciones directas entre los estadounidenses y talibanes provocaron también la desconfianza del gobierno afgano del presidente Ashraf Ghani, que ha sido mantenido fuera de las mismas y sería el principal afectado por un acuerdo entre EEUU y los talibanes.
El documento contemplaba la retirada de la mayor parte de los 13.000 soldados estadounidenses que quedan en el país en cinco bases afganas a principios del próximo año.
Ghani dijo que los afganos no dejarán que su destino fuera decidido por potencias extranjeras, incluso si son aliados. Los observadores no tienen claro si los talibanes aceptarán negociar con el gobierno de Kabul.
De hecho, los talibanes han incrementado sus ataques en las pasadas semanas, mientras se desarrollaban las conversaciones de paz con los estadounidenses. Recientemente, grandes grupos de militantes atacaron las ciudades de Kunduz y Pul-e Khumri. El gobierno afgano fue capaz, no obstante, de rechazar estos ataques.
En todo caso, los militares estadounidenses, que llegaron a sumar unos 100.000 en el punto más álgido de la guerra, ya no están en condiciones de jugar ningún papel en Afganistán, dada su derrota militar y su impopular presencia.
El deber de asegurar la estabilidad y paz en Afganistán corresponderá al propio pueblo afgano en cooperación con sus vecinos, como Irán, Rusia China y también Pakistán e India.
Trump desea salir de Afganistán, pero la anulación de la reunión de Camp David supone otro fracaso más de su agenda de política exterior, que viene a sumarse a los de Irán, Corea del Norte, Venezuela, la guerra comercial con China y muchos otros.
Source: Sitio de Al Manar en Español