Los sucesivos fracasos de Arabia Saudí en Yemen y los ataques de los combatientes de Ansarulá contra el territorio saudí están en el origen del cambio de las políticas de Riad hacia Siria.
En un artículo titulado “Después del abandono del plan para derrocar a Assad, ¿Arabia Saudí hará las paces con el régimen sirio?”, el sitio web en línea de Al Khaleej examina las señales de advertencia de un cambio de política de Arabia Saudí con respecto a Siria y su búsqueda de una normalización de relaciones con este último país.
“Arabia Saudí no ha podido llevar a cabo ninguna de las amenazas que lanzó por voz del ex ministro de Exteriores, Adel al Yubeir, quien repitió que el presidente sirio debía renunciar al cargo a través de una solución política o militar. Más de una docena de veces, Adel al Yubeir declaró en conferencias de prensa con sus homólogos árabes y occidentales que Bashar al Assad tenía que irse. Antes de que comenzara la crisis en 2011 en Siria, las relaciones entre Arabia Saudita y Siria, el importante aliado de Irán, eran buenas, pero se deterioraron poco a poco”, dice el artículo.
Agregó: “Como parte de un proyecto de normalización con el gobierno de Assad, lanzado por algunos países árabes a fines de 2018, se han hecho públicos los informes sobre un acercamiento de Riad a Damasco, pero no se han tomado medidas concretas”.
El 31 de agosto, el famoso blogger saudí Mojtahed informó en su cuenta de Twitter sobre acontecimientos inesperados en las relaciones entre el príncipe heredero saudí Mohammed bin Salman y el presidente sirio Bashar Assad: “Mohammed bin Salman ordenó al Ministerio de Asuntos Exteriores preparar el terreno para el regreso del embajador saudí a Damasco en las próximas semanas. También dio las órdenes necesarias a los otros ministerios para la reanudación de las relaciones comerciales y económicas entre Riad y Damasco.”
En una entrevista exclusiva con The Times, MBS dijo que era poco probable que Bashar Assad renunciara.
En otra entrevista con el canal de televisión Al Arabiya, el príncipe heredero de Arabia Saudí dijo: “Creo que Bashar Assad permanecerá en el poder, pero no debería permitir que los iraníes hagan lo que quieran”.
En enero, el diario londinense Rai al Youm informó que Arabia Saudí había ordenado a los opositores sirios izar las banderas oficiales sirias en lugar de las banderas de la oposición.
Además, Arabia Saudí casi ha dejado de criticar al gobierno sirio e impide ahora la recaudación de ayudas y fondos para los grupos armados de oposición sirios. También ha bloqueado las cuentas bancarias de las figuras de la oposición siria.
“Riad no ha condenado ni criticado en los últimos meses los avances del Ejército sirio a través de la provincia de Idleb y los suburbios de Hama, lo que refuerza la posibilidad de un acercamiento entre el gobierno de Assad y el de Arabia Saudí”.
Por su parte, los Emiratos Árabes Unidos y Bahrein enviaron nuevamente a sus embajadores a Siria sin que el gobierno de Assad les pidiera que lo hicieran. Esta es una decisión que reveló los errores que estos dos países cometieron contra Siria.
El momento en que los Emiratos Árabes Unidos y Bahrein decidieron reanudar las relaciones con el gobierno sirio no agradó a Arabia Saudí, que ya había quedado aislada a nivel internacional por el asesinato de Yamal Khashoggi. En ese momento, la decisión de Abu Dhabi y Manamá aisló aún más a los saudíes.
Source: Press TV (traducido por el sitio de Al Manar en español)