EEUU se retiró oficialmente del Tratado de Fuerzas Nucleares de Rango Intermedio (INF), intentando culpar a Rusia por el colapso del tratado que data de la Guerra Fría.
“Rusia es el único responsable de la desaparición del tratado”, afirmó el viernes el secretario de Estado, Mike Pompeo, en un comunicado, anunciando la retirada de Washington.
Sin embargo, la ruptura de este tratado debe ser vista como otro abandono más de los tratados internacionales por parte de EEUU durante la presidencia de Donald Trump.
Tras el anuncio de EEUU, Moscú también declaró el final formal del tratado de control de armas.
“El 2 de agosto de 2019, por iniciativa de la parte estadounidense, el tratado entre la Unión Soviética y EEUU sobre la eliminación de sus misiles de mediano y corto alcance … ha terminado”, dijo el Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia en una declaración.
Estaba programado que EEUU abandonara el tratado el 2 de agosto, una fecha límite establecida por el presidente estadounidense, Donald Trump, en febrero.
Rusia considera que EEUU busca abandonar el tratado como parte de su plan para el desarrollo de sus propios misiles sofisticados.
El mes pasado, el recientemente confirmado secretario de Defensa, Mark Esper, dijo que abandonar el tratado liberaría al ejército estadounidense “para enfrentarse no solo a Rusia, sino también a China”.
Según los expertos, Rusia cuenta con varias opciones para responder a posibles despliegues de misiles norteamericanos en Europa, incluyendo los misiles de crucero 9M729 lanzados desde tierra, que han sido una de las excusas planteadas por EEUU para acusar a Rusia de violar el INF.
La OTAN, liderada por EEUU, afirma que los misiles 9M729, que la OTAN ha llamado SSC-8, se lanzan desde baterías móviles, por lo que son difíciles de detectar. Además, tienen un tiempo de advertencia más corto que los misiles de largo alcance, lo que les permite alcanzar objetivos en toda Europa en cuestión de minutos.
La OTAN también sostiene que el misil puede volar a distancias prohibidas por el INF, es decir, unos 1.500 kilómetros.
Rusia refutó, sin embargo, esta alegación en enero al revelar el misil y sus especificaciones clave y señalar que el alcance máximo de esta arma es de 480 kilómetros por lo que no infringe el INF.
A raíz de la suspensión estadounidense anterior de sus obligaciones con respecto al INF, el presidente ruso Vladimir Putin dijo que el Kremlin también había suspendido sus obligaciones bajo este pacto nuclear en “una respuesta simétrica” a las acciones estadounidenses.
“Ahora que el tratado ha terminado, veremos el desarrollo y despliegue de nuevas armas. Rusia ya está lista”, dijo a la AFP el analista militar ruso Pavel Felgenhauer.
En diciembre del año pasado, Putin dijo que su país podría desarrollar y desplegar fácilmente misiles terrestres de alcance intermedio si EEUU cumplía su amenaza de retirarse del histórico tratado.
Source: Agencias