La construcción de un ferrocarril que unirá China con Tashkent (Uzbekistán) a través de Kirguistán permitirá a los países de Asia Central tener acceso ferroviario al Golfo Pérsico a través de la red ferroviaria iraní.
De hecho, Uzbekistán fue uno de los primeros estados que apoyaron el proyecto chino de la Nueva Ruta de la Seda (Proyecto del Cinturón y la Ruta) que unirá los corredores de tránsito de China, Rusia y Asia Central. La fusión de estos corredores se completará solo con la construcción de un ferrocarril que una a China con Kirguistán y Uzbekistán. Posteriormente, la Nueva Ruta de la Seda podrá llegar hasta el Golfo Pérsico y el Mediterráneo a través de Irán.
De este modo, China y los países de Asia Central tendrán acceso al Golfo Pérsico a través de los ferrocarriles iraníes. Gracias a sus enormes reservas de petróleo y gas natural y su posición estratégica en lo que los teóricos geopolíticos llaman “El Corazón de la Energía”, Irán tendrá la oportunidad de contribuir y beneficiarse del proyecto Cinturón y la Ruta de muchas maneras.
La situación geoestratégica de Irán y sus costas en el Mar Caspio (norte) y el Golfo Pérsico (sur) son muy importantes para Pekín, que está solicitando la contribución iraní a su gran proyecto.
En 2018, China fue el socio comercial número uno de Irán. El comercio chino-iraní es del orden de 35.000 millones de dólares al año. Además, China es el mayor cliente del crudo iraní. Los dos países acordaron aumentar el volumen de su comercio a 600.000 millones en los próximos diez años (un promedio de 60.000 millones de dólares al año).
Luego de la conclusión del acuerdo entre Irán y las seis principales potencias sobre la energía nuclear de Irán en 2015, Pekín otorgó dos líneas de crédito por un monto total de 4.200 millones para financiar la construcción de líneas ferroviarias de alta velocidad que conectarán las principales ciudades de Irán, como Mashhad, Isfahan y Teherán.
Los expertos creen que la electrificación de la línea Mashhad-Teherán es un proyecto decisivo para completar el Cinturón y la Ruta. Al mismo tiempo, Irán se beneficiará enormemente de estos desarrollos.
En 2016, durante la visita del presidente chino Xi Jinping a Irán, ambas partes expresaron su interés, en ambos lados, en el desarrollo del proyecto de la Nueva Ruta de la Seda. Los dos países han firmado varios documentos sobre la contribución de Irán al proyecto chino en varios campos: ferrocarriles, instalaciones portuarias, energía, industria, sector terciario, etc.
El mismo año, por primera vez, un tren procedente de la capital china llegó a Teherán. Fue un acto simbólico para enfatizar la viabilidad y la rentabilidad del proyecto para ambas partes.
Para financiar los proyectos del Cinturón y la Ruta en los países asiáticos, China ha creado el Banco Asiático de Inversión en Infraestructura (BAII).
El BAII es un banco internacional con 57 miembros asiáticos y no asiáticos, incluida la República Islámica de Irán. El fortalecimiento de las transacciones Irán-BAII puede ampliar la contribución de Teherán al proyecto chino y financiar los proyectos de infraestructura necesarios en Irán.
Tras la retirada unilateral de EEUU del acuerdo nuclear de Irán (PAIC) y la decisión de las empresas europeas de abandonar los proyectos ferroviarios de Irán, las empresas e inversores chinos tienen ahora más oportunidades de colaborar en proyectos iraníes.
Source: Agencias