Durante la Guerra Fría en el año 1969, Tartús fue el primer punto de presencia de la Unión Soviética en el Mar Mediterráneo y de abastecimiento y mantenimiento para la flota rusa. Esto continuó hasta la década de los noventa, cuando la Unión Soviética colazpsó. Fueron precisos algunos años para que las relaciones ruso-sirias se restauraran.
En 2008, tras la crisis entre EEUU y Rusia por la guerra de Georgia, Moscú anunció que elementos de sus fuerzas armadas iban a llevar a cabo la renovación y mantenimiento de una sección del puerto de Tartús. En septiembre, la agencia Tass dijo que Rusia quería utilizar el puerto para propósitos militares y que la presencia rusa se prolongaría “siempre”.
Durante la guerra de Siria, Rusia convirtió el puerto de Tartús de una mera instalación de mantenimiento y apoyo a una estación naval multipropósito. Varios oficiales rusos declararon que el puerto sería desarrollado para que fuera capaz de albergar hasta 11 buques de gran tonelaje, incluyendo cruceros, submarinos nucleares y portaaviones. Él se convirtió en la puerta de entrada de la ayuda militar y de otra índole de Rusia para el Ejército sirio y un proyecto a largo plazo para consolidar la presencia rusa en Siria.
El acuerdo para el uso por parte de Rusia de la base de Tartús, que fue establecida hace unos 50 años, ha sido prolongado por al menos otros 49 en este mes de abril. Según la agencia rusa Tass, la decisión sobre la base tuvo lugar durante un encuentro del comité gubernamental conjunto en noviembre de 2018. En total, el puerto dispone de tres millones de metros cuadrados y gran cantidad de almacenes.
El viceprimer ministro ruso, Yuri Borisov, dijo a la agencia Tass que el puerto será utilizado por el sector empresarial ruso y esto se reflejará positivamente en el intercambio entre los dos países y servirá a la economía siria en múltiples formas. En especial, la ayudará a superar el injusto embargo impuesto por EEUU y sus socios europeos. Una importante cooperación se ha establecido con la península de Crimea, que también sufre un embargo occidental tras su retorno a Rusia. Esta cooperación ha creado un puente efectivo entre el Mar Negro y el Mediterráneo.
Source: Diversas