El quinto de mandato de Netanyahu podría convertirse en un regalo envenenado para los israelíes, que han optado de nuevo por un gobierno de extrema derecha hostil a la paz. En este sentido, como ya ha señalado un responsable palestino, los israelíes han votado contra la paz y en favor de la ocupación. Sin embargo, esta opción va a llevar a un proceso de desestabilización para Israel.
Los planes anunciados por Netanyahu para la anexión de los asentamientos de Cisjordania y la ampliación de los mismos, que están sin duda apoyados por la administración Trump, llevarán a los palestinos, más tarde o temprano, a defender la solución de un único estado binacional, algo que supondrá el fin del sueño sionista de “un estado judío”. En pleno siglo XXI y pese a las presiones del lobby sionista en EEUU, el mundo no va a aceptar la existencia de un estado donde los derechos vengan otorgados en base a la pertenencia a una etnia o la religión determinadas, tal como sucedió en la Sudáfrica del apartheid. Este tipo de estados racistas acaban por caer y el régimen israelí no será una excepción.
Significativamente, el día de las elecciones se produjeron dos hechos que muestran el incremento de la resistencia armada en Cisjordania y Gaza. El primero fue una operación espectacular contra un sitio militar israelí. Un puesto fronterizo militar fue atacado por individuos de identidad desconocida, no lejos de la localidad de Yabal, en el norte de Cisjordania. A pesar de los intentos israelíes de censurar la existencia de esta operación, ella es la sexta de este tipo en ser organizada desde el otoño de 2018 en cooperación con los combatientes de Gaza.
En la Franja de Gaza, un dron del ejército israelí fue derribado por los combatientes palestinos. Se trataba de un aparato de espionaje que fue abatido por la tarde al este de Rafah, al sur de la Franja, por las Brigadas de Ezzedin al Qassam, el brazo armado de Hamas.
Según la agencia de prensa turca Anadolu, el dron fue localizado en Gaza a unos 150 metros de la valla que separa la Franja de los territorios ocupados. Las Brigadas Al Qassam se habrían apoderado de los restos del aparato, según la fuente.
La misma fuente indicó que, una vez que el dron cayó, las fuerzas israelíes abrieron fuego contra los combatientes de la Resistencia palestina para intentar impedirles apoderarse del aparato por temor a que los palestinos estudien su tecnología y lo utilicen para sus propias operaciones.
El Canal 2 de la televisión israelí pretendió que el dron había caído como consecuencia de un fallo técnico y no de un ataque palestino, algo muy difícil de creer teniendo en cuenta que en octubre de 2018, otro dron israelí también corrió la misma suerte mientras sobrevolaba el norte de Gaza y los canales israelíes también en esta ocasión aludieron a un “fallo técnico”. De creer a tales medios parecería que Israel posee los drones más defectuosos del mundo. Los palestinos, sin embargo, han recordado que desde enero de 2017, al menos 8 drones Skylark han sido abatidos, sin contar el del martes pasado.
Todos estos hechos dibujan un futuro poco halagüeño para el gobierno israelí. El control de millones de palestinos dista mucho de ser un objetivo realizable. Los palestinos, que sufren todo tipo de crímenes y humillaciones por parte del ejército israelí, no dudarán en rebelarse. Y la Resistencia palestina incrementa sus capacidades, como muestran los últimos misiles lanzados contra el norte de Tel Aviv y el sur de los territorios ocupados. Esto sin contar la movilización de la comunidad internacional, que demanda cada vez con mayor intensidad poner freno a los crímenes del régimen sionista.
Source: Diversas