Durante su primera visita a Moscú, el jefe de Estado libanés, Michel Aoun, fue objeto de una pregunta sobre Hezbolá. Cuando se le preguntó si el partido de la resistencia estaba listo para la confrontación en caso de una guerra israelí, respondió con confianza: “Sí, Hezbolá puede enfrentar una ofensiva israelí”.
Presumiblemente, según el periódico libanés Al Akhbar, se le hizo esta pregunta durante la reunión de la delegación oficial libanesa con el ministro de Relaciones Exteriores ruso, Serguei Lavrov. Esto demuestra más que nunca que el partido de resistencia libanés está en el corazón del centro del interés político ruso en Oriente Medio.
Según Al Akhbar, las reuniones del 25 y 26 de marzo en la capital rusa inauguraron una relación estratégica a largo plazo entre el Líbano y Rusia.
Los dos presidentes, el libanés y el ruso, que estuvieron hablando en privado durante unos 30 minutos, discutieron todos los problemas inherentes: el petróleo y el gas, la cooperación militar y económica, los intercambios comerciales y los temas políticos tanto a nivel internacional como regional.
Antes de la cumbre, y frente a los medios de comunicación, el jefe de Estado libanés había enfatizado el peligro que “Israel” representa para el Líbano y Siria. Él planteó, entre otras cosas, la cuestión del reciente reconocimiento por parte del presidente de EEUU, Donald Trump, de la soberanía israelí sobre el Golán ocupado y las posibles repercusiones en el Líbano, especialmente porque algunas regiones libanesas están también ocupadas. Él pidió a su homólogo ruso que contribuya a frenar la agresividad de esta entidad.
Después de la cumbre, Aoun se reunió con otras personalidades rusas, a saber, el ministro de Energía, Nivan Alexander Valintinovich, el jefe de la compañía petrolera Roseneft, el ministro de Desarrollo Económico, así como el emisario de Putin sobre Siria y el embajador ruso en el Líbano. La delegación oficial libanesa que acompañó al presidente también estuvo presente: el ministro de AE, Gebran Bassil; su asesor en el tema ruso, Amal Abu Zeid; el embajador del Líbano en Rusia, Shauki Abu Nassar; y el jefe de la oficina de prensa del presidente de la República, Rafiq Shlala.
Las dos partes hablaron sobre la exploración y explotación del petróleo y gas del Líbano, el tema de Siria y también sobre Irán, donde ambas partes mostraron una posición común. El ministro de Exteriores, Serguei Lavrov, criticó la política estadounidense de imputar a Irán las crisis en la región y que significativamente ha sido rechazada también por tres países árabes del Golfo Pérsico como Qatar, Kuwait y Omán.
Antes de abandonar Moscú, Aoun invitó a Putin a visitar al Líbano, invitación que fue aceptada. La visita deberá tener lugar durante este año. Será la primera vez que un presidente ruso visita el Líbano y esto tendrá un gran impacto en el país y la región.
Source: Sitio de Al Manar en Francés