Turquía ajustará sus políticas fiscales y recortará gastos para enfrentar la difícil situación financiera que atraviesa el país sin solicitar la intervención del FMI, dijo el jueves un alto funcionario del gobierno.
En teleconferencia con más de cuatro mil inversionistas foráneos, el ministro turco de Finanzas, Berat Albayrak, confirmó que el Ejecutivo acudirá a políticas fiscales más ajustadas, pero descartó la necesidad de un llamado rescate financiero por parte del Fondo Monetario Internacional (FMI). ‘Las reformas estructurales son nuestra prioridad’, afirmó Albayrak, quien prometió un muy severo recorte en el gasto público y mayor intervención estatal para reducir cuanto antes la inflación a cifras de un dígito.
‘No hay plan de acudir al Fondo Monetario Internacional’, insistió el titular, tras defender la capacidad del país para estabilizar la moneda nacional, cuya devaluación en 2018 se acerca a un 30 por ciento.
Según dijo, el Ejecutivo tampoco prevé controles a la circulación de capital para contener el desplome de la lira turca, a raíz de la disputa comercial sostenida con el gobierno de Estados Unidos por la vía arancelaria.
El sector bancario nacional es fuerte y sano, indicó el especialista, quien destacó la disponibilidad de reservas en divisas del ente emisor por un monto superior a los 90 mil millones de dólares.
Source: Agencias