Nuevas fotos que circulan por la red muestran a dos soldados de las fuerzas especiales sirias. En las imágenes se puede apreciar que los combatientes de élite están equipados ‘a la última’. De hecho, salen protegiendo a un alto mando militar del país.
Su equipamiento es una particular mezcla internacional de productos rusos y occidentales, informa el medio Russkoe Oruzhie, citando a especialistas en el tema.
Lo que mayor atención atrajo de los especialistas es el fusil de asalto Kalashnikov AK-105 con accesorios modernos: un silenciador, un puntero láser, alza colimadora y una culata telescópica.
Según cuenta el especialista en la crisis siria Yuri Liamin, al principio de la guerra civil en Siria no había Fuerzas Armadas independientes para llevar a cabo operaciones especiales. Sí había, no obstante, muchos soldados de las fuerzas especiales en el Ejército.
En concreto el Ejército contaba con varios regimientos, dos divisiones y un regimiento enmarcado en la cuarta división blindada de élite. En total había entre 12.000 y 15.000 efectivos, que estaban bastante bien preparados y equipados.
“Precisamente por ello se expusieron al primer golpe de los militantes al principio del conflicto. Las fuerzas especiales se enviaban a distintas partes del país para llevar a cabo operaciones antiterroristas”, explicó Liamin.
Al principio sus esfuerzos ayudaban a mantener bajo control la situación en el país. Pero a medida que se desenvolvía el conflicto, aumentaba el número de terroristas que recibían ayuda de fuera, los grupos de las fuerzas especiales simplemente empezaron a ‘desgastarse’ en los combates, contó el experto.
“Mientras tanto, en el contexto de una interminable guerra, era imposible compensar la pérdida de soldados y oficiales preparados. Ahora se intenta salvaguardar a los pocos grupos de las fuerzas especiales que quedan en Siria y se despliegan solo en las operaciones más importantes”, comentó Liamin.
Source: Sputnik