La decisión de EEUU de retirarse de un acuerdo nuclear con Irán ha dado un nuevo impulso a los esfuerzos para comenzar a comerciar con el petróleo en yuanes tras el lanzamiento del mercado del crudo de Shanghai, en China.
El lanzamiento en marzo del mercado del petróleo de Shanghai, que competirá con los de Londres y Nueva York, ha generado mucho entusiasmo entre las compañías internacionales, que buscan aprovechar los bulliciosos mercados de China.
De este modo, la cotización de los precios del petróleo en la Bolsa Internacional de Energía de Shanghai está en camino de convertirse en una poderosa alternativa internacional a los mercados de Londres y Nueva York. Los precios serán allí fijados en yuanes y no en dólares.
Glencore, Trafigura y Freepoint Commodities fueron las compañías en suscribir los primeros contratos en la Bolsa de Energía de Shanghai, pero lo más importante es que el número de contratos del petróleo crudo en esta última han experimentado un constante crecimiento en las operaciones diarias desde su lanzamiento.
La puesta en marcha de este mercado petrolífero en China incrementará la influencia económica de este país, y Pekín espera que Shanghai tarde o temprano compita con los puntos de referencia internacionales como el barril Brent de Londres y el WTI de Nueva York.
Para varios principales productores de petróleo como Irán, Rusia o Venezuela, que están sujetos a sanciones estadounidenses, el nuevo contrato ofrece una plataforma alternativa para comercializar su producción.
China es el mayor importador mundial de petróleo crudo y también el mayor comprador de petróleo iraní. En este sentido, el reciente impulso experimentado por la Bolsa de la Energía de Shanghai ha sido atribuido a las sanciones norteamericanas, que van a dar un fuerte impulso a las relaciones de China con Irán.
“Las sanciones pueden acelerar potencialmente este proceso de establecer un tercer punto de referencia del petróleo”, dijo Reuters, citando a un experto de Singapur.
La agencia de noticias dijo que China se llevó casi una cuarta parte de las exportaciones de petróleo de Irán en 2017, cubriendo con ello alrededor del 8 por ciento de sus necesidades de energía.
China se mantuvo como el mayor cliente petrolero de Irán cuando EEUU y Europa impusieron sanciones sin precedentes contra la República Islámica en 2011.
La decisión de Trump de volver a imponer esas sanciones ha colocado a China en una posición ideal para pedir que las importaciones de petróleo iraníes sean canalizadas a través del mercado de crudo de Shanghai.
“Tiene sentido que Irán comience a vender petróleo bajo contratos denominados en yuanes en lugar de dólares”, dijo a Reuters Stephen Innes, jefe de operaciones para Asia / Pacífico de la firma OANDA de Singapur.
Las autoridades iraníes ya han reiterado que prefieren que las transacciones futuras del país se lleven a cabo en monedas distintas al dólar.
Source: Press TV