Después de invadir la ciudad de Afrin y atacar a sus habitantes, Ankara ha tomado la medida ilegal de entregar documentos de identidad nacionales turcos a los residentes de la ciudad, en lo que sus habitantes han visto un intento turco de anexionarla.
El Ejército turco y los terroristas a sueldo del Ejército Sirio Libre (ASL) no permiten que los desplazados regresen a sus hogares y han impuesto restricciones al movimiento de los residentes de Afrin. Por lo tanto, estos últimos están recluidos en sus casas, siendo insultados por terroristas cada vez que salen a recibir ayuda humanitaria.
Según los últimos informes publicados por Human Rights Watch, los ataques del Ejército turco y los terroristas del ESL no se detienen allí. Después de la invasión de la ciudad de Afrin, ellos arrestaron o secuestraron a varios civiles, exigiendo un rescate a cambio de su liberación. Los secuestros se han convertido en un negocio rentable para los terroristas. Algunos detenidos han desparecido y varios de ellos han sido ejecutados debido a cargos infundados.
Según los expertos, el abuso que inflige Ankara a los habitantes de la región tiene como objetivo hacerlos huir para instalar en sus hogares a terroristas hostiles a Damasco.
Asimismo, fuentes cercanas a los grupos terroristas aliados de Turquía anunciaron el 27 de abril que, tras un decisión ilegal, Turquía estaba emitiendo tarjetas de identidad nacionales turcas para el resto de los residentes de Afrin. Estas mismas fuentes afirmaron que ellas reemplazarían a las tarjetas nacionales de identidad sirias.
El mes pasado, el Ejército turco y los terroristas del ESL ocuparon la ciudad de Afrin, ubicada en la provincia noroccidental de Alepo, en Siria tras una batalla contra las milicias kurdas.
Denunciando la operación militar en Afrin y las regiones del norte de Siria, Damasco califica al Estado turco de ocupante y ha pedido la retirada inmediata de las fuerzas turcas del territorio sirio.
Source: Agencias