Las fuerzas de seguridad marroquíes reprimieron nuevas protestas en la ciudad de Jerada, deprimida tras el cierre de minas y el incumplimiento de promesas de proporcionar ayuda y crear empleos.
Los medios oficiales se abstuvieron de mencionar los disturbios y sus consecuencias, pero activistas laborales refirieron que este miércoles los manifestantes incendiaron cinco carros celulares e hirieron a varios gendarmes enviados a dispersarlos con gases lacrimógenos, bastones y fusiles cargados con perdigones.
Desde el cierre de las minas, debido a un derrumbe que mató a dos hermanos, nueve dirigentes sindicales han sido arrestados. El malestar de la población de Jerada aumenta por la promulgación, con el beneplácito del Fondo Monetario Internacional, de medidas de austeridad para equilibrar el presupuesto, entre ellas el recorte de subsidios a productos de primera necesidad.
La magnitud de los disturbios inquieta al gobierno y la monarquía de Marruecos, país que no experimentó el impacto de las protestas de 2011 en Estados norteafricanos, entre ellos su vecino Túnez, cuyo presidente de la época huyó, y Egipto, donde el mandatario Hosni Mubarak se vio obligado a renunciar.
Source: Agencias