El periódico saudí Okaz pretendió el domingo 26 de noviembre que el Hezbolá libanés había financiado al movimiento palestino Hamas a través de bancos argelinos.
Hamas reaccionó pronto contra esta falsa noticia desmintiéndola categóricamente. El martes, el ministro argelino de Asuntos Religiosos y del Waqs, Mohammad Aissa, rechazó también la afirmación del diario saudí y condenó con rotundidad las injerencias saudíes en los asuntos de Argelia subrayando que su país no desea convertirse en un campo de batalla de conflictos sectarios o étnicos y que los que busquen provocarlos deberían hacerlo en su propio territorio.
En la última reunión en El Cairo de ministros de Relaciones Exteriores de los países miembros de la Liga Árabe, el jefe de la diplomacia argelina estuvo ausente y su país estuvo representado únicamente por el delegado permanente de Argelia en la Liga Árabe, quien también es el embajador de Argelia en Egipto. Argelia se encuentra entre los estados árabes que lamentan que la Liga Árabe haya estado durante años bajo el control de las monarquías árabes del Golfo Pérsico, y Argel tiene mucho cuidado en no embarcarse en las posiciones sectarias de Arabia Saudí y sus aliados, especialmente cuando se trata de las declaraciones finales de la Liga Árabe sobre Siria, Líbano o Irán, países con los que Argelia tiene buenas relaciones.
En El Cairo, Argelia también se opuso a que un bloque sunní, liderado por Riad, se formara contra el mundo shií. Esto explica por qué Arabia Saudí ahora considera a Argelia como un adversario, e incluso un enemigo, sugiriendo vínculos entre Argel, Hezbolá y Hamas.
Esta acusación, que implica a Hamas, debe verse en el contexto del acercamiento entre Riad y Tel Aviv. En la actualidad, los líderes saudíes consideran a los oponentes al régimen israelí como enemigos del reino.
Source: Periódicos