Activistas en las redes sociales revelaron la presencia del militante sionista francés Bernard-Henry Levy en el Kurdistán iraquí durante el referéndum sobre la independencia organizado el 25 de septiembre.
En particular, se encontraba junto a la mesa de votación donde votó el vicepresidente del Partido Democrático del Kurdistán Nijervane al Barazani y los miembros de su familia, con quienes BHL mantiene estrechos vínculos.
El lunes, 3,3 millones de kurdos iraquíes, el equivalente al 72 por ciento de la población kurda iraquí, votó en más del 90 por ciento a favor de la separación de Iraq y la creación de su estado independiente.
BHL llegó a ser conocido en el mundo árabe por sus viajes a Libia después de la caída del presidente libio Muammar Gadafi. Henry-Lévy, que se presenta como un filósofo francés, es llamado, sin embargo, el “Príncipe de vacío” por pesos pesados de la vida intelectual francesa, entre ellos Gille Deleuze, Jaques Dérida y el historiador Pierre Vidal Naquet.
Él es uno de los sayanims de Israel, un término que se refiere a los defensores de la causa sionista.
“El Kurdistán no será un segundo Israel como el vicepresidente iraquí ha dicho, pero será una segunda democracia en el Medio Oriente”, dijo BHL al canal israelí I24news. Él no sólo presenta a Israel como una democracia, sino que ha afirmado que el ejército israelí es “el más moral” del mundo.
No es ésta la primera visita de BHL al Kurdistán iraquí. Él realizó dos películas allí: “Peschmergas” y “La Batalla de Mosul”.
Las relaciones entre la esfera sionista y los responsables del Kurdistán iraquí han sido durante mucho tiempo un secreto a voces. Se remontan a los años cincuenta del siglo pasado.
Si bien toda la comunidad internacional ha rechazado la celebración del referéndum, la entidad sionista ha sido la única que lo ha apoyado.
Para el primer ministro israelí Benyamin Netanyahu, un estado kurdo es “una reserva estratégica para Israel” en Oriente Medio.
Sin embargo, con el fin de contrarrestar la creación de este estado, los cuatro países que bordean el Kurdistán iraquí -Turquía, Siria, Irán e Iraq- parecen haberse unido más que nunca y ésta es, sin duda, una mala noticia para el estado sionista y sus agentes fuera y dentro de la región.
Source: Al Manar