El Consejo Nacional Palestino denunció este martes los crímenes ejecutados por las fuerzas de seguridad y los colonos israelíes en la zona ocupada de Jerusalén Este, que calificó de estrategia colonial.
En un comunicado, la institución condenó los ataques de los colonos contra los barrios de Batn al-Hawa y al-Bustan, que “reflejan una peligrosa escalada” de violencia.
Mediante órdenes de desalojo forzoso y demoliciones de viviendas en la ciudad, “Israel” pretender crear una zona para judíos sobre las ruinas de estructuras palestinas, alertó.
El Consejo estimó que la estrategia en un intento de borrar los monumentos históricos de la zona, aislar los barrios palestinos y alterar el carácter demográfico de la urbe.
El objetivo de las autoridades de ese país es para vaciar Jerusalén Este de su población autóctona y establecer por la fuerza un cambio demográfico, recalcó.
Por ello, recordó que “esas prácticas constituyen una flagrante violación de todas las normas del derecho internacional y contradicen las obligaciones de la potencia ocupante en virtud de las Convenciones de Ginebra”.
También destacó que tales acciones desafían abiertamente varias resoluciones del Consejo de Seguridad y de la Asamblea General de Naciones Unidas.
Por ese motivo, llamó al mundo a adoptar medidas efectivas “contra el gobierno de ocupación de extrema derecha” y para detener los crímenes israelíes que amenazan la estabilidad en la región.
El silencio sobre la judaización de la ciudad es un fracaso de los principios de justicia y un estímulo implícito a “Israel” para continuar sus sistemáticas violaciones contra nuestro pueblo, subrayó.
El ejército israelí ocupó la zona oriental de la metrópoli en 1967, y desde entonces mantiene bajo su control el territorio, pese a varias resoluciones sobre el tema del Consejo de Seguridad.
De hecho, en 1980 las autoridades del país declararon a toda la urbe como su capital eterna e indivisible, una postura rechazada por la comunidad internacional.
Source: Prensa Latina