Donald Trump puso fin abruptamente a la agresión estadounidense contra Yemen, a pesar de su promesa inicial de continuar hasta la “aniquilación completa de los hutíes” (la resistencia yemení).
Según The New York Times, el presidente estadounidense estaba exasperado por el coste astronómico de la ofensiva: casi mil millones de dólares para el primer mes de intervención.
El resultado fue decepcionante: EEUU no logró establecer superioridad aérea sobre la resistencia yemení.
Estos últimos derribaron varios drones Reaper estadounidenses y continuaron sus ataques contra objetivos estadounidenses, incluido el portaaviones estadounidense USS Harry Truman.
La pérdida de dos aviones de combate F/A-18 (valorados en 120 millones de dólares) que cayeron al mar desde un portaaviones ha agravado la situación.
“Trump estaba cansado de malgastar miles de millones en otro conflicto inútil en Oriente Medio”, afirmó una fuente gubernamental.
El abandono del plan inicial propuesto por el comandante del CENTCOM, general Michael Kurilla, que preveía una campaña de ocho a diez meses incluyendo asesinatos selectivos, ilustra el rechazo de Trump a un compromiso militar prolongado en la región.
Steve Witkoff, enviado de Trump a Oriente Medio, finalmente negoció un acuerdo a través de Omán que permitió a EEUU cesar los bombardeos a cambio de detener los ataques de represalia yemeníes contra buques estadounidenses, sin garantizar, sin embargo, la seguridad de los buques considerados de apoyo a “Israel”.
Yemen está obstruyendo el paso de barcos vinculados a “Israel” en respuesta al genocidio israelí en curso en Gaza.
Más de 52.000 palestinos, la mayoría de los cuales son mujeres y niños, han sido martirizados en la guerra israelí contra Gaza desde el 7 de octubre de 2023.
Source: Medios israelíes (traducido por el sitio de Al Manar en español)