Las autodenominadas Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), un grupo militante liderado por los kurdos y patrocinado por EEUU, han rechazado la legitimidad del “nuevo gobierno de transición” en Siria, alegando que no refleja la diversidad del país.
Las FDS hicieron estas declaraciones en un comunicado el domingo, un día después de que Abu Mohammad al-Yulani anunciara un nuevo gobierno de transición que sustituyó a las autoridades provisionales en el poder desde el derrocamiento del expresidente Bashar al-Assad.
“Cualquier gobierno que no refleje la diversidad y pluralidad del país no puede garantizar la gobernanza adecuada de Siria”, declararon las FDS.
“En consecuencia, no nos consideramos obligados por la implementación ni el cumplimiento de las decisiones tomadas por este gobierno”, añadieron.
El sábado, Yulani juramentó a un nuevo gobierno de transición dominado por aliados cercanos, casi cuatro meses después de la caída del gobierno del presidente Assad. “La formación de un nuevo gobierno hoy es una declaración de nuestra voluntad conjunta de construir un nuevo Estado”, declaró en un discurso en el palacio presidencial durante la juramentación de los ministros.
El gabinete de 23 miembros, de composición mixta religiosa y étnica, incluye un miembro kurdo que no proviene del territorio bajo control de las FDS.
El mes pasado, las FDS alcanzaron un acuerdo para integrarse en las instituciones estatales, con la administración de Hay’at Tahrir al-Sham (HTS) buscando unificar el país tras más de 13 años de conflicto.
Este último anuncio, inicialmente previsto para principios de este mes, se produce en medio de los llamamientos internacionales a una transición inclusiva en Siria tras la reciente masacre de civiles, en particular entre la minoría religiosa alauí, en este país asolado por el conflicto.
Yulani, comandante del grupo militante HTS, fue nombrado nuevo “presidente” del país para un “periodo de transición” en enero, lo que generó fuertes críticas, y muchos lo calificaron de flagrante violación de los principios constitucionales.
El 8 de diciembre, militantes, liderados por el HTS, tomaron el control de Damasco y declararon el fin del gobierno del presidente Bashar al-Assad en una ofensiva sorpresa lanzada desde su bastión en el noroeste de Siria, que llegó a la capital en menos de dos semanas.
La administración del HTS ha afirmado repetidamente que respetará los derechos de todas las sectas y religiones en Siria.
Sin embargo, la situación sigue siendo muy inestable y frágil, con un riesgo potencial de nuevos enfrentamientos a medida que los sentimientos sectarios continúan desbordándose en medio de la inestabilidad política y las presiones sobre los grupos minoritarios.
Source: Press TV