El Tribunal Supremo de “Israel” emitió el viernes una orden judicial que congela temporalmente la destitución del jefe del servicio de inteligencia nacional, mientras los manifestantes volvían a las calles por cuarto día consecutivo.
El primer ministro, Benyamín Netanyahu, anunció la semana pasada que había perdido la confianza en el jefe del Shin Bet, Ronen Bar, y que tenía la intención de destituirlo. Decenas de miles de personas se unieron a las manifestaciones en Jerusalén y Tel Aviv esta semana para protestar contra la destitución, que los críticos consideraron un intento de socavar las instituciones estatales.
“Veo el fin del “Israel” que conocíamos en el pasado. Nos preocupa mucho que estos sean los últimos días de “Israel” como democracia”, declaró Uri Arnin, un empresario que participó en una protesta frente a la residencia de Netanyahu en Jerusalén.
“Estamos aquí para intentar cambiar este rumbo, pero las posibilidades de éxito son limitadas”, añadió.
El fallo del Tribunal Supremo permitirá al tribunal considerar las peticiones presentadas contra la destitución, aprobada por el gabinete el jueves por la noche, y emitir una decisión a más tardar el 8 de abril, según un comunicado del tribunal.
Los activistas que impulsaron la petición afirmaron que existían claras preocupaciones sobre la decisión de destituir a Bar y sobre una investigación del Shin Bet sobre presuntos vínculos financieros entre Qatar y asesores de la oficina de Netanyahu. Sin embargo, señalaron que las preocupaciones eran más amplias.
“No se trata solo de Ronen Bar, ni siquiera de los supuestos vínculos entre el círculo íntimo de Netanyahu y Qatar”, declaró Eliad Shraga, abogado y fundador del Movimiento por un Gobierno de Calidad, un grupo “anticorrupción” que presentó una petición contra la destitución de Bar.
“Se trata realmente de la democracia israelí, se trata del Estado de derecho”, afirmó.
La destitución de Bar se produjo tras más de dos años de hostilidad entre los partidarios de Netanyahu y elementos del sistema de seguridad y defensa.
Bar, quien había sido uno de los principales negociadores israelíes en las conversaciones sobre el alto el fuego y la liberación de rehenes, ya había indicado que dimitiría antes del final de su mandato en unos 18 meses, asumiendo la responsabilidad por la incapacidad del Shin Bet para prevenir el ataque del 7 de octubre de 2023.
Source: Medios israelíes