El secretario general del partido político Badr de Iraq calificó a la entidad sionista de “estúpida”.
“Gracias a Dios que creó estúpidos a nuestros enemigos. Estos (enemigos) estúpidos subestiman el valor del martirio y creen que con sus cobardes asesinatos de altos líderes como Ismail Haniyeh y el comandante Fuad Shukr, pueden acabar con el fuego de la resistencia y las armas de confrontación contra ellos”, dijo Hadi al-Ameri hace unos días.
Añadió que israelíes y estadounidenses “ciertamente” han calculado mal y que la “sangre de los mártires” servirá como otra fuente de motivación para los combatientes de la resistencia en la batalla contra la entidad sionista.
Se apresuró a añadir que la decisión de expulsar a las fuerzas de ocupación estadounidenses de Iraq es “una decisión irreversible y pronto publicaremos un calendario para ello”.
La terminología utilizada por el destacado líder político iraquí no fue sorprendente, pero no fue en el sentido esperado. Ya ha tocado el tema de Gaza antes, pero tiende a centrarse más en cuestiones internas.
A pesar de tener antecedentes militares, una vez que ingresó a la política y como ex ministro de Transporte en el gabinete iraquí, se dedicó principalmente a asuntos políticos internos.
¿Son sus comentarios una señal de que las 20.000 fuerzas de Badr bajo su mando entrarán en el movimiento de resistencia iraquí más amplio, activo contra la ocupación estadounidense en Iraq y Siria, así como contra el genocidio de Gaza?
Todos recordamos cómo las fuerzas de Badr desempeñaron un papel destacado en la batalla contra el grupo terrorista takfiri Daesh, con el propio Al-Ameri sirviendo en el campo de batalla.
La resistencia iraquí ha dejado enfáticamente claro que el largo calendario del gobierno para la retirada de las fuerzas de ocupación estadounidenses de Iraq no satisface sus demandas ni la paciencia estratégica que ha practicado durante meses.
La Resistencia Islámica en Iraq también está ampliando rápidamente sus operaciones contra objetivos del régimen israelí y, más recientemente, operaciones conjuntas con el ejército yemení, en una señal de una cooperación más estrecha entre los grupos de resistencia de la región en apoyo a Gaza.
Hasta ahora ha pasado por tres fases: atacar a las fuerzas de ocupación en Iraq, atacar la profundidad de la ocupación israelí y operaciones conjuntas cualitativas con el movimiento Ansarulá yemení, que recientemente abrió una oficina oficial en Bagdad, la capital iraquí.
Se abrió una oficina de Ansarulá en el distrito bagdadí de Al-Jadriya, una conocida base de las Fuerzas de Movilización Popular (UMP), lo que envía otro mensaje de cooperación.
El concepto de operaciones unificadas entre los miembros del Eje de Resistencia no es un término sin sentido. Es una realidad sólida hasta el punto de que incluso Washington y Tel Aviv han reconocido la amenaza y están intentando contenerla.
La postura actual de la resistencia iraquí es que ha concedido tiempo a los sucesivos gobiernos iraquíes para permitir que los esfuerzos diplomáticos pongan fin a la ocupación extranjera, particularmente la estadounidense, en suelo iraquí.
Sin embargo, en cada ocasión, EEUU ha confirmado lo que el gobierno iraquí debería haber sabido: Washington es una parte engañosa, sin confianza ni integridad y no tiene intención de poner fin a sus malignas aventuras.
Por su parte, la resistencia iraquí tomará la decisión adecuada para poner fin a la ocupación estadounidense lo antes posible, y es capaz de hacerlo.
El secretario general de Kataib Sayyed al-Shuhada (Abu Ala’a Al-Walai), que opera bajo el paraguas de la Resistencia Islámica en Iraq, dice: “Reiteramos nuestro llamamiento al mundo islámico para que seamos los primeros en fortalecer y promover la unidad de arenas contra nuestro enemigo”.
Se creía ampliamente que esto se había discutido en una reunión reciente entre Abu Ala’a al-Walai y Sheij Qais al-Jazali, el secretario general de Asaib Ahl al-Haq.
Los dos comandantes de la resistencia revisaron la situación de seguridad en la región, así como los acontecimientos en Yemen, en particular la agresión sionista a Al Hudaida.
Ambas partes también enfatizaron la urgencia de establecer un calendario claro y rápido para la retirada de las fuerzas de ocupación estadounidenses. Subrayaron la importancia de incrementar los esfuerzos para apoyar a la resistencia palestina y defender a los civiles en la guerra genocida israelí en Gaza.
Mientras EEUU viola todas las reglas de enfrentamiento al matar a miembros de las Fuerzas de Movilización Popular, una parte integral de las Fuerzas Armadas iraquíes, se avecina una cuarta fase, en la que la respuesta a los asesinatos estadounidenses en Bagdad será devastadora para las tropas estadounidenses en Iraq y Siria, con represalias efectivas.
EEUU no puede aplastar a las Fuerzas de Movilización Popular. Si un soldado cae mártir, miles más hacen fila para reemplazarlo. Es un movimiento en expansión que solo se detendrá cuando termine la ocupación.
La resistencia iraquí también está siguiendo de cerca los niveles de participación de los regímenes árabes de colaboración y normalización que permiten a la ocupación israelí y estadounidense utilizar sus respectivos espacios aéreos para atacar a los países vecinos y les ha enviado mensajes advirtiendo de sus consecuencias.
En sus declaraciones, Kataib Hezbolá ha indicado que ya no pedirá a sus miembros que se abstengan de realizar operaciones militares contra el régimen estadounidense-israelí.
“La serie de asesinatos selectivos de líderes en zonas civiles confirma la incapacidad del enemigo sionista-estadounidense para enfrentarse a los caballeros de la resistencia en el campo de batalla”, declaró Kataib Hezbolá en un comunicado a principios de esta semana.
“La escalada de agresión y la expansión de la traición del enemigo en la región no debilitarán a las fuerzas de resistencia en sus continuos ataques, apoyo a los oprimidos y búsqueda de represalias por los actos traicioneros y crímenes contra la humanidad cometidos contra civiles”.
Más importante aún, la declaración afirmaba la “plena disposición” de Kataib Hezbolá para continuar por el camino de la firmeza, el camino del Imam Hussein, llevando su lema inmortal: “Nunca humillados”.
La resistencia iraquí es poderosa. Tiene la capacidad de cambiar la ecuación en Asia occidental. Si bien muestra respeto al gobierno de Bagdad, también ha dejado claro que su paciencia tiene un límite.
Source: Press TV