Hezbolá está ganando apoyo en el Líbano, en varias comunidades y fuerzas, debido a su apoyo al pueblo palestino en la Franja de Gaza y su apertura del frente libanés en apoyo a la resistencia palestina, según el periódico estadounidense Wall Street Journal.
El periódico informó en un artículo que la resistencia islámica en el Líbano está “ganando apoyo para su postura contra “Israel” incluso cuando los combates amenazan con escalar a una guerra total”, y agregó que la posición de Hezbolá “es popular en el Líbano, incluyendo entre los musulmanes sunníes y los cristianos”.
Las encuestas de opinión en el Líbano indican que “más de la mitad de los libaneses dicen que lo que disuade a la ocupación israelí de lanzar una agresión integral contra el Líbano es la presencia de la resistencia, la demostración de su creciente fuerza y la revelación de un aspecto importante de sus capacidades durante los enfrentamientos actuales.”
Mientras tanto, alrededor del 90 por ciento de los encuestados en una encuesta de opinión realizada por el Centro Consultivo de Estudios y Documentación, que incluía a todas los grupos y religiones del Líbano, responsabilizó a EEUU de la continua agresión contra la Franja de Gaza.
El apoyo a Hezbolá en el Líbano ha aumentado tras las operaciones en apoyo de la Franja de Gaza, según el Instituto de Washington para la Política de Oriente Próximo, según una encuesta realizada y publicada a principios de este año, que afirmaba que la mayoría de los encuestados cree que las operaciones de apoyo demuestran que “Hezbolá y sus aliados están ayudando a los palestinos”.
En otro contexto, el ex portavoz militar israelí Jonathan Conricus dijo al Wall Street Journal que “Hezbolá tiene la capacidad de derrotar las defensas aéreas israelíes y atacar infraestructuras vitales como puertos y plantas de energía en “Israel”, además de intentar una incursión salvaje.”
Conricus añadió que “si estalla una guerra más amplia con Hezbolá, “Israel” quedará expuesto a miles de misiles diariamente y muchos cientos de israelíes morirán”.
Source: Wall Street Journal