Las Fuerzas Armadas sirias, apoyadas por la Fuerza Aérea rusa, han liberado varios campos ricos en gas en el Desierto de Siria de manos del EI, el último de los cuales ha sido el gran campo de Hail. El gobierno sirio ha sido rápido en restaurar los pozos para reanudar la producción. El Ministerio de Petróleo y Recursos Minerales anunció oficialmente la pasada semana que dos pozos de gas, que estaban anteriormente bajo el control del EI, han sido plenamente rehabilitados y estarán pronto operativos.
Los dos pozos son Saddad 8 y Abu Rabah, que tienen una capacidad de producción de 300.000 y 350.000 metros cúbicos de gas al día respectivamente.
Esta producción ayudará a resolver el tema de los cortes de energía que ha sufrido el país desde el estallido del conflicto en 2011, cuando grupos armados destruyeron y sabotearon las plantas y la red eléctricas del país.
Una gran parte de los pozos de petróleo de Siria quedaron en manos de los grupos EI y Frente al Nusra. Esto unido a las sanciones occidentales tuvo un mal efecto para la economía siria y provocó una crisis energética en el país.
El otro gran evento que ha dado un impulso a la economía del país es la llegada del Ejército sirio a la frontera de Iraq. Esto ha producido la reapertura de la vía terrestre entre Damasco y Bagdad y la reanudación de los intercambios económicos entre ambos países. Ello también tendrá un efecto positivo para otros países de la región, como el Líbano o Irán.
El miembro de la Cámara de Comercio de Damasco Mazen Hamur considera que “Iraq representa la profundidad estratégica de Siria. El comercio entre los dos países adquirirá un rápido desarrollo con la apertura de la carretera, especialmente dado que este intercambio representa un interés común de ambos países. Esto ayudará a poner fin al estado de aislamiento y bloqueo impuesto a sus economías por el cierre de la frontera por los grupos terroristas y por la decisión de los países occidentales de intentar asfixiar a la economía siria”.
Otro factor que alentará las relaciones económicas entre Siria e Iraq es la cooperación entre los dos países tanto en la esfera política como en la militar así como la recuperación económica que están viviendo ambos, principalmente Iraq. Este último puede exportar una gran cantidad de petróleo a Siria mientras que puede ser el destinatario de una parte importante de la producción industrial siria.
Para Iraq, la reapertura de la ruta entre Damasco y Bagdad supone la oportunidad de exportar e importar bienes a través del puerto sirio de Tartús, que un día fue conocido con el nombre de “El Puerto de Bagdad”, lo cual incrementa su capacidad comercial con respecto a Europa y los países de América. Esto reducirá los costes de los productos importados en Iraq y facilitará sus exportaciones. Siria se beneficiará de esto debido a las tasas que cobrará por el paso de los productos de y hacia Iraq por su territorio. También facilitará la creación de una flota de camiones que viajará entre los dos países.
Los expertos señalan que las exportaciones libanesas también experimentarán un notable impulso con la apertura de la ruta terrestre hacia Iraq e incluso hacia Irán.
Source: Al Manar